Por Enrique Mujica, Director Enero 23, 2010

Después del domingo, el país está lleno de preguntas. El statu quo de la Concertación llega a su fin, aunque como en toda transición, los resabios durarán por un buen tiempo. Las interrogantes tienen que ver con el estilo del nuevo presidente, sus prioridades, la relación que con él forjará la sociedad chilena (y viceversa), el rol y la conducta de la oposición. También con el futuro de la Concertación y, por consiguiente, de la dinámica política que imperó durante 20 años. La gente se pregunta por los hombres que acompañarán a Sebastián Piñera y por las promesas de campaña que deberán ser cumplidas.

Al final, el voto por el cambio tiene mucho que ver con las preguntas que una sociedad se hace y las respuestas que recibe por parte de la política. Cuando éstas no satisfacen, la población cambia de opción. Cuando siente que obtendrá las mismas respuestas, cambia de opción. Cuando percibe que ni siquiera hay preguntas, cambia de opción.

Esta edición intenta hacerse eco de la provechosa incertidumbre que hoy impera en Chile. De las nuevas interrogantes que surgen. El fin de una era siempre implica movimiento y acción.

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