Por quepasa_admin Noviembre 28, 2009

La semana pasada, Patricio Dusaillant -ex director ejecutivo de la Fundación Jaime Guzmán- criticó opiniones vertidas por Andrés Chadwick en una entrevista que dio a Qué Pasa del viernes 13 de noviembre. Aquí, el senador de la UDI le responde:

Patricio Dusaillant dice que he olvidado la idea de bien común que me enseñó Jaime Guzmán. Ello, por cuanto me referí a una visión de gobernar en que éste tiene que estar presente como una forma de "garantizar los derechos de todos", más allá de creencias particulares.

Tuve la suerte de profundizar dicho concepto con Jaime, quien señalaba que el bien común era un bien de orden. ¿Qué planteaba él para comprender debidamente este concepto? En primer lugar, que por tratarse de un bien de orden, no se construye de una vez y para siempre. Está en constante perfeccionamiento de acuerdo a las cambiantes realidades sociales. En segundo lugar, que lo esencial del concepto radica en que ese orden debía considerar a todas y cada una de las personas. Es decir, no se construía con la simple suma de bienes individuales ni se trataba de mayorías o minorías o de visiones totalitarias. Por el contrario, se trataba de la inclusión de todos y, por consiguiente, sin excluir a nadie. Y en tercer lugar, que su fin era posibilitar que cada persona pudiese alcanzar su mayor bien espiritual y material posible. Esto obliga a no contrariar la naturaleza humana y armonizar el ejercicio de la libertad personal con la vida en sociedad.

De aquí que me parece contrario al bien común, entre otros aspectos, no respetar la dignidad de cada persona; negarle un derecho a quien es sujeto de éste o no garantizarlos debidamente a todas las personas que les corresponden; no darle o abrirle una oportunidad a quien busca una mayor realización personal o permitir discriminaciones arbitrarias. Aun más: la Constitución, en su primera frase, señala que "las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos".  Y cuando se gobierna, tener presente esto es esencial.

Así lo recuerdo, así lo he estudiado y profundizado durante años e intentado que guíe mis decisiones como legislador, todo ello derivado originalmente de mi formación, como alumno y profesor, junto a Jaime Guzmán. Si mi amigo Patricio no lo recuerda así, podemos conversarlo cuando él quiera, como tantas veces lo hemos hecho en el pasado con diversos temas. Aprovecho de felicitar a Patricio, a quien sigo en sus columnas, por sus excelentes comentarios sobre comunicación estratégica, en donde ha alcanzado una gran especialización.

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