Por quepasa_admin Octubre 3, 2009

Nada de fácil fue para la Universidad Alberto Hurtado ubicar al padre Mariano Puga para comunicarle que había sido elegido para recibir la Condecoración Alberto Hurtado, Héroe de la Paz. El sacerdote no tiene correo electrónico ni celular, y vive en la pequeña comunidad de Colo en la isla de Chiloé. Para encontrarlo, el Departamento de Extensión y Comunicaciones de la UAH tuvo que acudir a la radio La Estrella de Ancud, que en sus transmisiones avisó que había un recado para el padre. Luego de esperar algunas horas, obtuvieron la respuesta: Mariano Puga estaba en Santiago en la casa de su hermana Josefina. Llamaron allí por largas horas, sin respuesta, hasta que por fin pudieron comunicarse con ella y contarle la noticia. Ya tarde, la universidad recibió el llamado del padre, quien muy emocionado decía que no era él quien merecía el galardón, sino los más pobres.

La vida de Mariano Puga se ha caracterizado por la austeridad. Hijo de una familia acomodada, dejó todo para vivir en una población. Su hermano mayor, Enrique Puga, es socio de Puga Ortiz, uno de los estudios de abogados más reputados de la plaza. Con él mantiene una relación de mucho respeto y cariño, aunque no se ven muy seguido. Enrique Puga ha sido siempre una autoridad para el clan. Fue quien asumió el rol de padre cuando murió el patriarca de la familia, a mediados de los 70.

Hoy sólo cuatro de los siete hermanos Puga Concha están vivos. Josefina, la única mujer, es socióloga y la más cercana al sacerdote. Bernardo, el menor, también es abogado. Todos asistirán a la ceremonia de entrega de la condecoración, el próximo 6 de octubre. En el seno de la familia, siempre han sentido a Mariano como alguien especial. Según ellos, su hermano está destinado a reconocimientos aún mayores.

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