Por Enrique Mujica, Director Septiembre 19, 2009

Esta semana, "Paul Krugman" es el noveno término más buscado en el sitio web del New York Times. Sólo dos posiciones más arriba se sitúa Obama. El Nobel 2008 disparó un exocet al publicar en dicho diario su columna How Did Economists Get It So Wrong? (algo así como ¿por qué los economistas pudieron equivocarse tanto?). El texto pone en entredicho los supuestos que, según él, han comandado la economía de los últimos 50 años. Y cómo eso repercutió en una especie de complacencia -"todo bajo control"- que luego derivó en ceguera y de ahí al final que conocemos: el tsunami que pasó por arriba y que ningún instrumento pudo detectar a tiempo.

Que Krugman esté noveno en el NYT significa que para los simples consumidores de este planeta, la certidumbre hoy es un bien escaso. Sobre todo cuando hablamos de economía. Y de economistas que hablan de economía. Existía un mundo pre-crisis que nos era explicado desde la academia y los medios. Como nunca, los análisis macro y micro pasaban frente a nuestros ojos. Todo funcionaba medianamente bien. Pero nuestra capacidad de asimilar el torrente de información económica era escasa. Externalizamos el discernimiento y nos entregamos a las manos de tótems y gurús. Y vino el colapso.

Quizá ya es hora de que entendamos más de economía. Por eso, lo que nos deja Krugman como enseñanza con su columna -más que los modelos, teorías y escuelas en pugna- es que Krugman debe ser rebatido.

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