Por Estela López García Octubre 20, 2017

Andrónico Luksic 46,7%

Roberto Angelini 8,3%

Bernardo Larraín Matte 8,1%

Eliodoro Matte 7,5%

Alfredo Moreno 6,3%

La llegada de Maximiliano Luksic a las dependencias de Canal 13 hace un año fue, para muchos, una manera natural de que el accionista mayoritario instalara a uno de sus hijos en una compañía estratégica y que arrastra hace ya tres años una situación financiera difícil.

Este movimiento es parte del recambio generacional que se da en las empresas familiares como un proceso natural. Pero lo cierto es que dentro de la familia Luksic este paso, que los hijos tomen roles ejecutivos y directivos dentro de las compañías, no se deja al azar.

El grupo Luksic, liderado hoy por Andrónico Luksic —quien fue elegido como el empresario más influyente de acuerdo a la encuesta realizada este año por revista Qué Pasa y Cadem—, tiene presencia en el sector minero (Antofagasta Minerals), en el financiero (Banco de Chile), en bebidas y alimentos (CCU), en el manufacturero (Nexans), en energía (Enex), en transporte (CSAV y Hapag-Lloyd) y en servicios portuarios (SM SAAM), entre otros.

Andrónico Luksic Craig junto a su hermano Guillermo —quien falleció en 2013— idearon hace cerca de una década un sistema de entrenamiento para la tercera generación, con el objetivo de que sus respectivos hijos y sobrinos tuvieran a su disposición una orientación profesional  y preparación para tomar, cuando estuvieran en edad, posiciones ejecutivas en las empresas.

Durante los últimos cinco años este programa, encabezado y dirigido actualmente por el gerente general de Quiñenco, Francisco Pérez Mackenna, ha tomado fuerza debido a que gran parte del grupo de 20 jóvenes ya está en condiciones o se apronta a entrar al mundo laboral. Por lo que la agenda de actividades y coaching se ha profesionalizado cada vez más.

El empuje por dar riendas a las nuevas generaciones ha ido acompañado en el último año por una decisión del presidente de Quiñenco de romper con un perfil más privado y buscar un acercamiento con la opinión pública y la ciudadanía a través de Twitter, plataforma que usa a diario y mediante la cual regala libros, pacta reuniones con emprendedores y jóvenes, hace invitaciones y da su opinión fuerte y clara sobre la contingencia nacional.

 

El grupo de los 20

Andrónico Luksic Abaroa era de la idea de que era más barato pagarle una mesada a un hijo cuando este era “malito”, que dejarlo administrar si es que este no tenía las competencias. Es por eso que procuraba que aprendieran del oficio al detalle. En el caso de su hijo mayor, Andrónico, este tuvo sus inicios como vendedor de autos en la provincia de Salta, en Argentina, antes de instalarse a fines de los 70 en el directorio de Quiñenco y luego quedar a cargo del ala financiera del grupo.

“Don Andrónico”, como se refieren al patriarca de la familia que murió en 2005, tenía una estructura muy clara de cómo sus hijos se harían cargo de los negocios familiares. Todos con aguas separadas: Guillermo se dedicaría a Quiñenco, Jean-Paul a la minería, Andrónico al banco y Gabriela y Paola a cargo de las fundaciones de la familia.

El programa disponible para la tercera generación implica un seguimiento desde la universidad, donde se ofrece “coaching” respecto a decisiones académicas para una formación en línea con sus intereses laborales.

Este engranaje se rearmó en 2013 cuando, tras la muerte de Guillermo,  Andrónico quedó a cargo de la presidencia de Quiñenco y del Banco de Chile, y desde esa posición con mayor responsabilidad sobre el futuro del grupo familiar.

La profesionalización del sistema de ingreso de las nuevas generaciones a los negocios de la familia fue una determinación clave, que hoy está dando sus frutos. Los cinco hijos de Andrónico han sido parte de este programa de entrenamiento y acompañamiento. El mayor, Andrónico Luksic Lederer o “Luco” como le dicen sus cercanos, alcanzó a ser parte del programa muy incipientemente cuando ingresó al Banco de Chile como ejecutivo de cuentas. Según señalan fuentes al interior del grupo, se determinó que entrara en ese cargo para que aprendiera desde abajo y no que entrara “por arriba” o a un directorio.

Este es uno de los mecanismos de ingreso que existen a las compañías del grupo, además se estimula que ocupen cargos en posiciones cruzadas, es decir, que se generen duplas de trabajo de tío/sobrino, más que padre/hijo. Como ha sido el caso de Luco, quien trabaja de cerca con Jean-Paul Luksic en el área minera.

El programa para la tercera generación, compuesta hoy por 20 jóvenes, implica un seguimiento desde la universidad, donde se ofrece coaching respecto a decisiones académicas para una formación en línea con sus intereses laborales. Un aspecto relevante es que si bien en el caso de la segunda generación de la familia Luksic las mujeres no ocuparon cargon directivos, hoy sí las hijas y sobrinas tienen la opción, al igual que los hombres de la familia, de entrar a posiciones ejecutivas.

La preparación que reciben los estudiantes y profesionales está disponible tanto en Chile como en los países en que tiene presencia el grupo,  y no está acotada a ningún área específica, con el objetivo que quienes deseen ser parte de los negocios de la familia puedan aportar desde sus distintas áreas de interés y capacidades.

El programa anual consta de varias actividades en las que pueden participar los padres e hijos. Considera viajes recreativos, charlas, entrega de libros y visitas a las empresas. Así el grupo familiar ha conocido las dependencias de AMSA, CCU, Banco de Chile, CSAV, al puerto de San Antonio y Enex, entre otras. Hasta ahora existe un consenso en el núcleo familiar de que Pérez Mackenna ha hecho un muy buen trabajo con la tercera generación.

Una arista del programa que se desarrolla fuerte son las charlas de líderes de opinión de la esfera política, empresarial, social, etc. La idea de estos encuentros es que el grupo de los 20 reciba cátedras sobre temas de la contingencia nacional e internacional. La ex ministra de Educación Mariana Aylwin expuso tiempo atrás ante la familia Luksic sobre educación y la Fundación Oportunidad. Así como ella, los jóvenes también han sostenido encuentros en 2016 con el consultor Eugenio Tironi, el ex director de Adimark Roberto Méndez, el ingeniero y emprendedor Nicolás Shea, el psiquiatra Ricardo Capponi, el rector de la UAI, Andrés Benítez, y el economista Hernán Büchi. En lo que respecta a este año, se sostuvieron conversaciones con el ingeniero Sergio Melnick, el economista José Ramón Valente, el periodista Héctor Soto, el empresario Juan Sutil, el ingeniero Jon Martínez y el director del MBA del ESE de la Universidad de los Andes  y abogado, Enrique Alcalde.

“El que quiera y tengas dudas de participar en las empresas del grupo cuenta con una estructura pensada para eso. Para que los familiares directos puedan tomar posiciones ejecutivas, desde ahí se potencia el ingreso. La idea es preparar a estos 20 que vienen”, explica una alta fuente cercana a la familia Luksic.

Aunque el programa para la tercera generación aborda elementos sustantivos del área académica y laboral, y busca entregar la mayor cantidad de herramientas para un desarrollo óptimo profesional en las compañías del grupo, no asegura que todo marche como reloj.

Esto quedó en evidencia cuando el ex presidente del directorio de Canal 13 René Cortázar presentó su renuncia luego de dos años en el cargo, y un mes después de que Maximiliano Luksic fuera nombrado subdirector del canal. Uno de los factores que pesaron en la decisión de la salida de Cortázar es que no generó los espacios necesarios para el desarrollo y aprendizaje del hijo de Luksic dentro de la estación televisiva.

Maximiliano, tras su paso por Croacia a cargo del negocio turístico de la familia, planteó su interés por trabajar en una empresa no del grupo familiar, sino algo que fuera propiamente de su familia directa, y Canal 13 calzó con esta idea. En el año que lleva dentro de la estación televisiva se ha desempeñado en varias áreas, como marketing, programación y hoy en temas de ficción y medios digitales. Altas fuentes del canal relevan que el mayor accionista ha dicho tácitamente que lo traten como a todos los demás, sin privilegios de por medio. “Andrónico partió como representante de autos en Argentina y han sido inteligentes de conservar esta lógica”, puntualizan.

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