Por Estela López García Mayo 19, 2017

— “¿Es tu compromiso a largo plazo?”—, fue la pregunta que Andrónico Luksic le hizo al ex ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter cuando le ofreció la gerencia legal del grupo Quiñenco a pocos meses de haber terminado el gobierno de Sebastián Piñera.

El presidente de Quiñenco tenía en ese minuto dudas de que cuando el ex mandatario se lanzara como carta de la oposición para la presidencial 2017, Hinzpeter, hombre clave durante su gobierno y ex jefe de campaña, abandonara la oficina de Enrique Foster 20 para sumarse al comando.

Estas inquietudes fueron despejadas por el ex ministro y actual postulante a consejero de la Sofofa. Incluso a sus cercanos les ha dicho que se proyecta dentro del grupo por 10 años más.

“Si bien existían legítimas dudas de renuncia, se ha ido ganando su confianza y le ha demostrado que no anda con el cuerpo político bajo el brazo. Es 100% abogado de Luksic”, afirman desde el entorno del ejecutivo. El ascenso de Hinzpeter ha sido rápido dentro de uno de los grupos económicos más importantes del país. A tres años de ingresar como gerente legal, hoy es director de Invexans, Techpack, CCU Chile y CCU Argentina. Además, ha desarrollado un vínculo muy cercano con el propio Andrónico, de confianza y escucha. Quienes conocen esta relación acotan que un distendido y relajado Hinzpeter se pasea por el piso 16, donde tiene su oficina a pocos pasos de Francisco Pérez Mackenna y de Luksic. Con este último se reúne a diario cuando está en Chile, y cuando no, lo mantiene al tanto de todo.

Un sector de consejeros dentro de la Sofofa interpreta la postulación de Hinzpeter como una estrategia del grupo Luksic por aumentar su influencia dentro del organismo gremial.

El despliegue del ex secretario de Estado en los directorios convenció a Patricio Jottar, presidente ejecutivo de CCU, de plantearle a Luksic que apoyara la postulación de Hinzpeter a la Sofofa. “Como miembro del directorio de CCU ha sido un gran aporte. Combina muy bien capacidades de tres mundos distintos, como son el político, el legal y el de los negocios. Es hábil y bien contactado en el primero, muy experimentado y riguroso en el segundo, a la vez que tiene una visión muy completa e integral de los negocios”, asegura Jottar, quien lo impulsó a la carrera en la que está hoy el ex brazo derecho de Piñera. El consejo de su actual jefe fue “postula”, pero “tienes que ser elegido”.

Su estreno en el gremio empresarial no ha estado exento de críticas y revivió pugnas del pasado con el renunciado y también ex ministro de Piñera, Rodrigo Álvarez. La bajada de la candidatura de este último por la presidencia de la Sofofa catapultó a Hinzpeter a la palestra como uno de los responsables, lo que desconcertó al ex vicepresidente de la República que tras dejar La Moneda ha cultivado un bajo perfil.

 

El cicatriz de Aysén

En 2012 el conflicto en Aysén por las rebajas en el precio del combustible, determinó la renuncia de Álvarez al Ministerio de Energía, acusando que se le había excluido del acuerdo entre el gobierno y los líderes de las movilizaciones. Hinzpeter fue uno de los artífices de ese entendimiento y este hecho quebró la relación entre los secretarios de Estado y ex compañeros de Derecho de la Universidad Católica de Chile.

Ambos acordaron reunirse dentro de los próximos días y tratar nuevamente de limar asperezas.

Junta Accionistas QuiñencoHace dos meses se selló la entrada de Hinzpeter al comité estratégico de Bernardo Larraín en su carrera por liderar la Sofofa. La primera reunión se realizó un domingo en la casa de Gonzalo Said, director de Embotelladora Andina, y a partir de ahí los encuentros son semanales. Quien ya estaba en el comité como es el caso del director ejecutivo de Forus, Alfonso Swett, estuvo muy de acuerdo con su llegada. “Su nombre nos vino como anillo al dedo”, bromea Swett. “Es muy bueno en estrategia, sabe poner paños fríos y focalizarnos en el objetivo”, agrega.

Justamente esta cercanía fue lo que generó distancias entre los consejeros que apoyaban a Álvarez y quienes culpan a Hinzpeter de transformar una campaña gremial en una política. Incluso desde este círculo acusan que Hinzpeter habría deslizado la idea entre los votantes de que si “Álvarez resultaba ser presidente de la Sofofa, Piñera no lo recibiría nunca”, evidenciando así un quiebre en la relación con el ex mandatario.

Desde el entorno de Hinzpeter rechazan estas acusaciones y aseguran que lo único que hizo el ex ministro “fue llamar a algunos consejeros para profundizar en su opción de ingresar a la Sofofa, dar a conocer sus razones y motivaciones y acotar que tanto el grupo como él apoyaban a Larraín”.

 

Las razones

“Me parece fundamental terminar con la caricatura que en muchos sectores se ha instalado acerca de la empresa privada. Hay que difundir el enorme bien social que la empresa produce, explicar cómo contribuye al progreso del país y, sin duda, influir legítimamente tendiendo puentes con quienes están ejerciendo funciones de gobierno”, aseguró Hinzpeter a través de una misiva que envió a los consejeros del organismo gremial. A quienes le han preguntado acerca de su opción también les ha esgrimido como razón “el deterioro de confianza de muchos empresarios en las autoridades gubernamentales por una falta de certeza jurídica”.

Recuperar las confianzas entre el mundo público y el mundo privado es uno de los desafíos que se ha planteado el ex ministro del Interior si es que llega a ser electo como consejero a fines de mayo.

Las redes políticas, los puentes que puede generar con un eventual gobierno de Piñera y un conocimiento sobre cómo funciona el aparato público son los activos más evidentes que enumeran los consejeros que hoy están del lado de Hinzpeter. Otros plantean relevante su experiencia en seguridad pública y el conocimiento regional que obtuvo siendo titular de Interior. “En la universidad tuvimos diferencias, pero yo siempre le he reconocido tres cosas: está dispuesto a dialogar tratando de entenderte; tiene una inteligencia muy aguda y está dispuesto a actuar en convicción y de entregarse a sus causas con generosidad. Hoy en las empresas estamos viviendo un gran problema de seguridad, es un tema que nos preocupa mucho como sector empresarial lo que pasa en La Araucanía y él es una persona que entiende del tema y que nos puede aportar a todos en el consejo en esa mirada”, asegura Swett.

Más allá de los directorios en los que participa, el eventual ingreso a la Sofofa es el camino que ha elegido Hinzpeter para volver al mundo público, claro que desde una vereda que le permite cultivar un bajo perfil y sin la exposición pública que vivió siendo secretario de Estado. “Conoció y sufrió la exposición pública. La pérdida de privacidad y el estar expuesto al juicio, las críticas y comentarios, le resultaran algo insobrellevable”, sostiene un cercano respecto a esta incursión en los gremios.

Existe un sector de la Sofofa que interpreta la movida de Hinzpeter como parte de la fórmula del grupo Luksic para ampliar su influencia dentro de la organización y transformar a la Sofofa en un lugar de las grandes empresas.

Si bien el escenario actual de los gremios inclinó la balanza en la decisión de Hinzpeter, no han existido aún factores que lo acerquen al comando de Piñera. Pese a que la sede de campaña está a sólo unas cuadras de su oficina en barrio El Golf, el hombre de confianza del ex presidente no se ha aparecido por allá.

Cuando salió del gobierno, cambió sus anteojos, se alejó de los horarios rígidos y comenzó a practicar más deporte, incursionando hace ya tres años en el enduro ecuestre. Con el actual precandidato de Chile Vamos mantiene una relación de amistad profunda y se juntan cada vez que pueden. También mantiene vínculos con Andrés Chadwick, Alberto Espina, Hernán Larraín, Nicolás Monckeberg, Felipe Bulnes y Juan Carlos Jobet.

Dentro del mundo empresarial ha cultivado en el último tiempo una estrecha relación con Fernán Gazmuri, presidente de Citroën. Mientras que las relaciones más antiguas son con Juan Claro, ex presidente de la Sofofa, quien incluso cuando salió del Ministerio del Interior le realizó una comida de desagravio en su casa, Juan Eduardo Errázuriz, presidente de Sigdo Koppers; Andrés Navarro, presidente de Clínica Las Condes —a quien conoció hace más de 20 años en Caburgua compartiendo en la casa de Piñera— e Ignacio Cueto, con quien practica deportes de montaña.

Aunque en más de una oportunidad Luksic ha bromeado que “le va a renunciar” y cruzar la calle para sumarse al equipo de Piñera, Hinzpeter asegura que su amigo no lo ha llamado. “Él sabe que no puedo”, ha confesado.

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