Por M. Eugenia Fernández G. Febrero 17, 2017

Era una broma de pasillo en el Congreso, pero también reflejaba una realidad: “El lobby de las empresas por la Ley de Lobby”.

Tras más de 10 años de tramitación, la ley que regula el lobby fue despachada en enero de 2014 del Congreso Nacional, en medio de polémicas respecto del registro de lobistas, la redacción de algunos artículos y la supuesta intervención de empresas de asuntos públicos o comunicación estratégica en su redacción final. Hoy, algunos de los que articularon la discusión parlamentaria trabajan como lobistas. Son caras conocidas para parlamentarios, alcaldes, ministros y todo tipo de jefes de servicio.

Felipe del Solar entró a Extend para encabezar la dirección de Relaciones Políticas y Legislativas, un área dedicada al lobby. De bajo perfil, entre los parlamentarios reconocen que un plus suyo es que se le conoce desde antes de que ingresara a esa empresa.

Desde que en marzo de 2014 se puso en práctica la legislación, es público el acceso a los nombres de quienes se han registrado voluntariamente como lobistas o bien como gestores de interés para pedir una audiencia con alguna autoridad pública. El espíritu fue el de transparentar las gestiones de intereses privados —de una empresa, un gremio o institución de beneficencia— que estos profesionales representan, que por años se mantuvieron opacas para la opinión pública. En el portal infolobby.cl, se puede encontrar información relativa a quién pidió una audiencia, a quién, con qué motivo y la duración de la misma.

Es así como sale a la luz que más de 10 mil personas se han inscrito voluntariamente como lobistas desde 2014. Y que los nombres de los cinco profesionales que más audiencias han solicitado son Felipe del Solar y Felipe Barrueto, ambos de Extend Comunicaciones, a quienes les siguen Claudia Miralles, Marcela Alt y Natalio Dorfman. Estos tres últimos forman parte de Imaginacción Consultores.

No es casualidad que trabajen en estas dos empresas, líderes en comunicación estratégica y lobby, y que tuvieron una posición pública en la tramitación de esta ley. Extend —propiedad de las hermanas María de la Luz y María del Pilar Velasco Silva, hijas del ex ministro DC Belisario Velasco— e Imaginacción —empresa del ex ministro Enrique Correa (ex PS)— cuentan con una cartera de clientes de peso y vínculos políticos transversales. Los cinco profesionales tienen sus propias relaciones políticas y vienen de haber trabajado en diversas reparticiones públicas o en otras consultoras de la industria. Están en la primera línea del lobby.

Del Solar y Extend

Con 144 audiencias —todas presenciales— desde 2014 hasta fines de enero, Felipe del Solar Agüero es el que reúne el mayor número de reuniones realizadas. Él ha encabezado las numerosas gestiones de Uber frente a los parlamentarios luego de conocerse el proyecto de ley que busca regular estas plataformas. ¿A qué otras empresas representa? Neorentas S.A., Asociación Chilena de Propietarios, Operadores y Concesionarios de Estacionamientos —que estuvo muy activo en la tramitación de la ley de cobro de estacionamientos que comienza a regir el miércoles—, GNL Chile S.A., Abertis Autopistas, Harley Davison, entre otras.

Periodista de la Universidad de Chile y magíster en Ciencias Políticas de la Universidad Católica, conoce desde adentro la industria y su legislación. Antes de Extend —donde llegó en 2011— pasó por Burson-Marsteller como mánager de Asuntos Públicos. En 2007 saltó a la esfera pública como jefe de estudios del capítulo chileno de Transparencia Internacional, y en 2008 pasó a ser secretario ejecutivo de la Comisión de Probidad y Transparencia, dependiente del Ministerio  Secretaría General de la Presidencia, en ese tiempo en manos del PS José Antonio Viera-Gallo. En esos años, el periodista estuvo a cargo del proyecto sobre regulación del lobby que intentó, sin éxito, llevar adelante la presidenta Michelle Bachelet. En 2011, Del Solar entró a Extend para encabezar la dirección de Relaciones Políticas y Legislativas, un área dedicada justamente al lobby. De bajo perfil, entre los parlamentarios reconocen que un plus suyo es que se le conoce desde antes de que ingresara a esa empresa.

“El que tú recibas a una persona o empresa que hace lobby no quiere decir que tengas que votar una ley de una u otra forma”, afirma Moisés Valenzuela, de Imaginacción. “El lobby, entendido como la representación de un interés privado, es vital para una democracia sana”.

En una entrevista publicada en el sitio web de Extend, el periodista detalla su trabajo, que consiste en ofrecer a sus clientes distintos servicios, como análisis del contexto económico o político, mapeo de los actores “detallando cuáles tienen más influencia en el debate”, monitoreo y seguimiento de temas legislativos y el servicio de lobby “en distintas modalidades: puede ser el apoyo en el lineamiento y mensajes respecto de cómo transmitir la posición en el marco de una discusión legislativa, y en algunas ocasiones representarlos directamente”. Felipe Barrueto, el que está en segundo lugar de los lobistas que más piden audiencias (72), es cientista político de la UDP y forma parte del equipo de Del Solar como analista.  Ambos representan a las mismas empresas.

“Del Solar tuvo de contraparte al mundo del lobby. El no influyó en el proyecto que hoy está vigente, pero sí en la cultura del lobby, en cómo se hace”, dice el abogado Renato Garín, autor de El lobby feroz. ¿Y cómo se hace? “Es especialmente relevante comprender en forma integral los planteamientos de los diferentes actores para contribuir con la discusión de la política pública”, dice Barrueto, agregando que además se debe “cumplir con las exigencias de la regulación vigente, ser transparentes en todo momento y dar a conocer con claridad la información a las autoridades”.

El trío de Imaginacción

En tercer, cuarto y quinto lugar del ranking de audiencias con autoridades del sector público aparecen tres profesionales de Imaginacción: Marcela Alt Hayal (55 reuniones), Claudia Miralles Abarca (50) y Natalio Dorfman Liberman (39). Entre las empresas que representan se cuenta a Concha y Toro, Inmobiliaria Huechuraba Ltda., Inmobiliaria Crillón, Asociación de Mutuales AG, Distribuidora comercial Pharmas, Chilealimentos AG, Coopeuch, Forestal Sarao S.A. y Unidad de Leasing Habitacional S.A.

Tanto Marcela Alt como Natalio Dorfman son consultores sénior del área de Asuntos Públicos, la que es encabezada por el ex secretario nacional de la DC Moisés Valenzuela. Alt es abogada de la UGM, y trabajó como senior associate en Burson-Marsteller. En 2009 se unió a Imaginacción, “asesorando a clientes en tramitaciones medioambientales, pesca, minería, pueblos originarios y finanzas”, según dice la web de la empresa. Cercana a la derecha, es hermana de Ricardo Alt, quien fue jefe de prensa del ex subsecretario del Interior Rodrigo Ubilla. Entre los parlamentarios de Chile Vamos se le reconoce por ser “pro-vida” en la discusión del aborto. Le gusta ir al Congreso.

Dorfman, en tanto, es abogado y magíster en Ciencias Políticas de la Universidad de Chile. Al igual que Felipe del Solar, fue asesor de la Segpres del ex ministro Viera-Gallo, conociendo de cerca la tramitación de diversas leyes. En la web de Imaginacción se afirma que asesora “a empresas del sector transporte, telecomunicaciones, televisivo, energético, minero, eléctrico, portuario,  alimenticio y de servicios”.

Claudia Miralles, asistente social, es gerente del área de Comunicación Estratégica. Trabajó en varias reparticiones públicas, como Enami, el Ministerio de Economía, la Comisión Nacional de Energía y el Ministerio de Salud, donde fue jefa de gabinete del ministro Osvaldo Artaza, cargo al que renunció tras organizar un polémico viaje de parlamentarios DC a Europa. Además, es ex directora de la Fundación Ciudad Justa, presidida por el ministro Alberto Undurraga, y que realizó un cuestionado estudio para Empresas Penta.

Según Moisés Valenzuela, cercano a Soledad Alvear, los contactos políticos son un buen punto de partida para este trabajo, pero lo clave es conocer cómo funciona el aparato público. “Para quienes se inician en la labor del lobby, es importante porque es más difícil que le contesten una solicitud a alguien que es desconocido. Más que los contactos, es importante saber qué pasa en el país, interpretar la realidad pública, conocer los tiempos legislativos y del Ejecutivo. Conocer el sistema público y hacer una prospectiva respecto de eso”.

¿Mala fama?

“El que tú recibas a una persona o empresa que hace lobby no quiere decir que tengas que votar una ley de una u otra forma, sino que vas a escuchar a ese interés privado para tener todos los argumentos sobre la mesa”, afirma Moisés Valenzuela, defendiendo su labor. “El lobby entendido como la representación de un interés privado, es vital para una democracia sana. El punto es que debe hacerse de manera equitativa, ecuánime y transparente”, dice.

Tanto en Imaginacción como Extend se reconoce que la práctica del lobby no tiene buena fama, y no concuerdan en si la ley que lo regula y que entró en vigencia en 2014 ha disminuido eso. “Debiera disminuir los niveles de suspicacia y sospecha respecto de la manera en que se interrelacionan los sectores público y privado”, afirma Del Solar en la web de Extend. Sin embargo, Barrueto asegura que la práctica del lobby “sigue teniendo una connotación negativa porque históricamente se asoció a tráfico de influencias, cohecho u otras prácticas ilegales o carentes de transparencia”. Imaginacción plantea endurecer la actual legislación. “Nosotros seguimos abogando por una nueva legislación, con un registro obligatorio de lobistas, y segundo, que exista una profunda y drástica sanción a aquellas personas o empresas que se dedican al lobby informal. Ese es el verdadero cáncer que hay que extirpar”, dice Valenzuela.

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