Por María José Tapia // Fotos: MarceloSegura Marzo 24, 2016

Hoy en la noche, el Estadio Nacional se teñirá nuevamente de rojo. A las 20.30 horas, Chile enfrenta a Argentina en un partido que se vislumbra complejo. El técnico Juan Antonio Pizzi debutará en un contexto difícil con bajas relevantes —Arturo Vidal, Charles Aránguiz, Eduardo Vargas y Jorge Valdivia—, tras sólo tres días para entrenar al equipo completo y un trabajo paralelo para intentar recuperar la confianza que se perdió luego de la salida de Sampaoli.

La nueva directiva de la ANFP seguirá atenta el encuentro desde las graderías. Saben que será su primer reto deportivo, importante obviamente, aunque sólo uno de los múltiples desafíos que ha debido enfrentar para recuperar la credibilidad de una institución que hace algunos meses varios comentaristas daban por muerta. “Aquí pasó un tsunami”, resume el presidente de la asociación, Arturo Salah. Y agrega: “Esto era manejado como una tienda, donde el dueño tomaba las decisiones y no respetaba administración, controles, nada”.

Ahora las cosas han cambiado. En una extensa mesa en Quilín, los directores Andrés Fazio, Aldo Corradossi, Sebastián Moreno y Salah enumeran una lista interminable de cosas que han realizado, decisiones que se han tomado y tareas que faltan por hacer. En ese escenario adelantan: la opción por adquirir el 20% del CDF a Jorge Claro no se ejercerá en el plazo estipulado.

MONITOREANDO LA CAJA

“Hasta antes del 4 de enero nosotros teníamos una vida. Hoy, nuestra vida está aquí”. Así describe Andrés Fazio la intensidad del trabajo de estos meses. “Esto ha sido 24/7”, refuerza Aldo Corradossi. Es que en este período, la labor administrativa ha sido asumida por el equipo directivo. Fazio y Corradossi se encargan de las finanzas; los abogados Sebastián Moreno, Juan Carlos Silva y Hugo Muñoz, de lo legal; Gaspar Goycoolea, de todo lo relacionado con las selecciones y el cuerpo técnico, y Salah, gerencia.

Mientras algunos ejecutivos de la era Jadue se han ido, otros aún permanecen adentro, situación que ha sido cuestionada por personeros ligados al fútbol. Salah adelanta que no permanecerán por mucho tiempo. “Hay un trabajo estratégico. Esos cuadros se van a renovar todos en el momento en que corresponda”. Fuentes cercanas a la entidad aseguran, de hecho, que hoy no están ejerciendo sus funciones sino que más bien están nominalmente dentro de la institución con la finalidad de aportar en la investigación.

“Suponemos, por los antecedentes que hemos recabado, que  Sergio Jadue ya sabía a principios de 2015 que estaba solicitado de alguna forma por el FBI y por eso fue un año para el olvido, de absoluto descontrol, a pesar de haber tenido los mayores ingresos de su historia”, explica Aldo Corradossi.

En el intertanto ya comenzaron la búsqueda para armar una administración que trascienda a las directivas, sostienen. Como gerente general dejaron a Claudio Tessa, quien llegó a la asociación en el período de transición que se vivió entre octubre y diciembre. A través de la empresa de head hunter Boyden están haciendo un barrido para cubrir los otros puestos. Por esa vía ya contrataron al gerente de competiciones, Rodrigo Astorga, y definirán por estos días al gerente de administración y finanzas. En un par de meses más el organigrama debiera estar cubierto.

La carencia de una estructura ejecutiva se replicó en materia financiera. Ordenar las platas de la ANFP ha sido un trabajo que se ha realizado a ciegas. Es que cuando asumieron no existía contabilidad ni balances de 2015. Peor aún: “Las cuentas corrientes no estaban con dinero suficiente para asumir los compromisos. No había caja ni para un día”, señala Fazio.

Lo más urgente fue conseguir los dineros. La Conmebol les adelantó algunos montos comprometidos para la Copa América Centenario y se renegoció con los proveedores, varios de los cuales no recibían pagos desde julio.

Tras ello comenzó el proceso de reconstruir financieramente el 2015. Los años previos, la ANFP tuvo resultados positivos, situación que cambió el ejercicio recién pasado. “Suponemos, por los antecedentes que hemos recabado, que efectivamente Sergio Jadue ya sabía a principios de 2015 que estaba solicitado de alguna forma por el FBI y por eso fue un año para el olvido, de absoluto descontrol, a pesar de haber tenido los mayores ingresos de su historia”, explica Corradossi. “Desde mayo, cuando salió lo de la FIFA, parece que empezó el gasterío sin control”, refuerza Salah.

La mochila heredada es grande. Si bien estructuralmente la ANFP tiene más ingresos que gastos, la cantidad de impagos arrastrados desde 2015 hacen que hoy la deuda bordee los $ 9.000 millones. En ese contexto, la tarea es diseñar un presupuesto que pueda sostener esos compromisos, en medio de una liquidez que aún no es clara. “Había cajas chicas que llegaban a los $ 15 millones. Hoy se ha restringido todo y la caja se monitorea semanalmente”, señala Corradossi. Los recortes de costos han sido considerables: menos viajes, menos celulares, menos viáticos, etc. “Eliminamos todas las bandejas de galletas que había cuando llegamos”, ríe Fazio. Moreno refuerza: “La otra forma de ahorro es que el equipo directivo no cobra. Es gratis”. Todos los directores son empresarios y profesionales que se desempeñan en sus propias actividades, al margen del rol que cumplen en la ANFP.

RESPONSABILIDAD PENAL

Hay ocho analistas de Deloitte trabajando de manera permanente en la ANFP. El 8 de febrero, la asociación contrató una auditoría forense para delinear todas las responsabilidades detrás del escándalo financiero de la entidad. Días antes, el directorio había presentado la primera querella por apropiación indebida contra todos quienes resulten responsables. Si bien son tres las situaciones cuestionadas en la acción judicial —distracción de fondos, restitución de montos percibidos por concepto de remuneraciones y asesorías al INAF—, la auditoría de Deloitte podría aportar nueva información para profundizar las querellas. “Esto va a ser complementado con nuevos antecedentes y se van a ir presentando nuevas acciones legales tendientes a esclarecer cualquier acto ilícito que estimemos que requiere una investigación y una sanción”, revela Sebastián Moreno. Y adelanta: “Estamos trabajando en nuevas acciones penales”, si bien no da nombres ni plazos, éstas se interpondrían una vez terminada la auditoría, lo que se estima ocurrirá en seis a ocho semanas más.

El trabajo no ha sido fácil. Los directivos se reúnen todos los lunes con Deloitte para ver los avances. Encontrar la información contable, hacer la trazabilidad de los dineros e ir hacia atrás para encontrar el mapa de personas involucradas en la receptación de esas platas ha sido una tarea titánica, aseguran. Aunque ya se ven algunas luces: “Hay contratos claramente sobrevalorados y un desfile de asesorías que no tienen respaldo”, dice Fazio. “Es absolutamente claro que acá hubo un escenario de descontrol y desorden. La pregunta es si es sólo descontrol o si hay antecedentes suficientes para que pueda haber una persecución penal”, complementa Corradossi.

Arturo Salah

En el intertanto, han ido aportando todos los antecedentes necesarios a la investigación que lleva adelante el fiscal Carlos Gajardo. Han declarado por la asociación los directores Juan Carlos Silva, Hugo Muñoz y Sebastián Moreno, en calidad de querellantes. Aún, eso sí, no hay una fecha definida para entregar resultados. Con el Ministerio de Justicia hay una línea directa. La fiscalización de la cartera sigue en curso, pero en comunicación con la ANFP, la cual ha estado entregando los antecedentes requeridos.

La parte legal no sólo se ha centrado en esclarecer lo sucedido en la era Jadue, sino que se está trabajando en optimizar las políticas de transparencia. Hoy existe un manual de manejo de información, donde todos los presidentes de clubes pueden acceder a balances, contratos, etc., situación que antes no se daba. Además, todos los dineros que se gasten deben ser visados por el gerente general más un director, y aquellos destinados por el directorio deben ir teniendo dos o tres firmas dependiendo de los montos e incluso aquellos desembolsos más onerosos deben ser informadas al Consejo de Presidentes. Hoy prácticamente todos esos controles se están haciendo de manera intuitiva. Con Deloitte elaborarán los documentos de gestión definitivos.

Luego, su rol tendrá otro cariz: cambiar los antiguos estatutos de la ANFP, trabajo que empezaría en 2017. El diagnóstico ya está hecho: “Hay un convencimiento de que los estatutos deben ser modernizados para cambiar la mirada que tiene esta corporación y hacerla más clara, más transparente, más robusta”, dice Moreno. Asegura que se debe definir bien la interacción entre el Directorio y el Consejo de Presidentes, la manera cómo se eligen los cargos, cómo se regula la industria, cómo se distribuyen los ingresos, etc. Salah cuenta que hoy, por ejemplo, los directivos no pueden inhabilitarse.

“Se requiere de un análisis más robusto que permita no discutir tanto, no recurrir a la interpretación de la norma, sino que determinar de forma clara cómo se procede”, plantea Moreno. “Nosotros tenemos que diseñar cuál va a ser la industria que va a enfrentar los cambios en 15 a 20 años más”, refuerza Fazio.

POR UN ESTADIO CON GENTE

La ANFP obtuvo $ 17.800 millones en ingresos en 2015. De ese total, cerca de un 95% está asegurado, ya que corresponde a contratos con auspiciadores de la selección que tienen una vigencia, en su mayoría, hasta 2018. La tarea de la nueva dirigencia es intentar elevar sus ventas, a través de productos que no están explotados como fútbol femenino, fútbol joven, Futsal, etc. La fórmula para potenciar esas áreas está recién en análisis. Además, apuntan a fortalecer la relación con los actuales sponsors. “No es fácil compatibilizar todo esto que se vio adentro del mundo de la ANFP; hay voces que dicen que no quieren estar relacionados con estas malas prácticas. También debemos ver cómo acercarnos más a ellos, poner a la ANFP comercialmente más al servicio de los sponsors”, dice Fazio.

Si bien los retornos de la asociación están en gran medida asegurados, es en los clubes donde se requiere un esfuerzo mayor. “Hay un desafío muy grande en el campeonato”, asegura Salah. El presidente de la ANFP dice que en el fútbol chileno se da una paradoja. Mientras la selección chilena es la que atrae a más público en el mundo, en Chile es donde menos gente va al estadio el domingo. La inseguridad galopante que rodea a los partidos ha espantado a los asistentes, junto al hecho de que el torneo tiene un campeonato poco claro, que no ha permanecido en el tiempo, generando desinformación y confusión entre los espectadores, como estiman en el directorio. Recuperar al público es uno de los desafíos con miras a fortalecer a los clubes.

La ANFP se reúne todas las semanas con el gobierno para avanzar en la coordinación que permita erradicar la violencia de los estadios, aunque la tarea no es fácil. “Este es un problema que está fragmentado en distintas instituciones: intendencias, carabineros, Estadio Seguro, y cada uno empezó a diseñar un plan respecto a su visión. Ahora el trabajo se centra en aunar las visiones, eliminar los detalles que cada uno tiene y hacer un discurso más grande”, dice Fazio. “La solución no pasa por sacar a la gente del estadio”, afirma tajante Salah.

“Hay contratos claramente sobrevalorados y un desfile de asesorías que no tienen respaldo”, dice Andrés Fazio. “Es  claro que acá hubo un escenario de descontrol. La pregunta es si es sólo descontrol o si hay antecedentes suficientes para que pueda haber una persecución penal”, agrega Corradossi.

A juicio de los directores, la problemática es social y sustentada en una legislación débil. “Los actos cometidos adentro del estadio no son delitos, son faltas, y eso quienes cometen los actos lo saben”, critica Fazio. Agrega que el tema ya no son las barras bravas que se pelean con el rival, sino que es mucho más grave: “Acá hay grupos que van a hacer microtráfico. El estadio es un importador de agentes de violencia. Esto se termina con legislación potente y determinación”, dice.

Todos concuerdan en que esa determinación y voluntad existe y que su meta como directores es lograr dejar sentadas las bases para que eso se resuelva. “Si nosotros como fútbol logramos sacar la violencia de los estadios, considero que sería una señal muy potente para la sociedad, porque esta violencia no está sólo en el estadio, sino en todos lados, en cualquier espectáculo masivo”, subraya Salah.

Recuperar a los asistentes mejoraría los ingresos de los clubes, varios de los cuales están con sus resultados en rojo. Las tratativas en torno al CDF también apuntan a darle un nuevo impulso al fútbol. Se estima que más de un tercio de los ingresos de los equipos proviene del canal de televisión, por lo que su rol es clave.

UN CDF 2.0

Justo en una semana más, el próximo jueves 31 de marzo, se cumple el plazo para que la ANFP ejerza la opción de compra por el 20% del CDF, quedándose con el 100% de la propiedad. Si bien las expectativas son altas, ese día no habría ninguna novedad.

El pasado 4 de febrero se creó una nueva comisión para retomar el tema tras el período de inacción que se sucedió entre la salida de Jadue y la llegada de Salah. El equipo de análisis quedó conformado por Luis Larraín (UC), Victoriano Cerda (Huachipato), Felipe Muñoz (Deportes Copiapó) y Aldo Corradossi, a nombre del directorio. Este último revela que hoy existe un acercamiento con Jorge Claro (propietario del 20%) que no dice relación con plazos perentorios, sino con “un espíritu de cooperación”. “Hoy no estamos en conversaciones orientadas a ejercer la opción, sino en otro tipo de conversaciones”, plantea.

El director explica que se están explorando alternativas en conjunto para potenciar tanto el espectáculo como lo económico, las cuales podrían traducirse en buscar a un tercero que administre el canal. Precisa que la discusión no se ha planteado en base a cuánto cuesta la ampliación si es que no se decide ejercer la opción en la fecha estipulada. “Hoy existe un contrato que formaliza la actividad que tenemos como socios. Hoy las conversaciones que tenemos no hablan de ese contrato, sino de una nueva forma de relacionarnos de aquí hacia adelante”.

“Necesitamos que los intereses que son lógicos de una compañía de televisión que transmite el fútbol vayan de la mano también con la protección del espectáculo y con la gente en el estadio. A nosotros no nos interesa un fútbol sin gente y a lo mejor ahí hay un desafío”, asegura Arturo Salah.

De esta manera la estrategia apunta a delinear un “CDF 2.0” que favorezca, entre otras cosas, la concurrencia al estadio. Es que antes el foco fue priorizar el campeonato. Inicialmente se transmitían dos partidos, luego tres y así fue creciendo. Esto trajo muchos beneficios, pero también tuvo sus costos, como los horarios de transmisión. “Necesitamos que los intereses que son lógicos de una compañía de televisión que transmite el fútbol vayan de la mano también con la protección del espectáculo y con la gente en el estadio. A nosotros no nos interesa un fútbol sin gente y a lo mejor ahí hay un desafío”, explica Arturo Salah. Y pone como ejemplo la transmisión de partidos a las 15.00 horas en verano, con 35 grados, o tarde en invierno, ante la necesidad de poder dar todos los encuentros en una sola señal.

El desafío está en modernizarse y que el “CDF 2.0” —como le dice Corradossi— pueda entregar el producto fútbol en distintas pantallas, en horarios favorables y ojalá ampliarse también a las transmisiones del fútbol joven, femenino, playa y no sólo reducirse al campeonato. “Esperamos que el CDF sea una herramienta que le aporte valor al fútbol chileno. Que el CDF 2.0 o la plataforma que va a entregar esto a distancia sea más moderna, entregue las mejores condiciones y formas y cuente con todos los avances tecnológicos de manera tal que la visualización que puedan ver el día de mañana sea similar al del Mundial de Brasil, con ese nivel de cámaras, etc.”, subraya Corradossi. Ahora no existen plazos, refuerza.

A las 20.30 horas de hoy jueves 24 de marzo todo el intenso trabajo quedará momentáneamente en stand by. Serán 90 minutos donde los siete directores estarán sólo preocupados de la cancha del Estadio Nacional. Salah tiene claro que es un encuentro difícil. “Hay bastantes nervios y ansiedad”, destaca, aunque —precisa— el compromiso y la motivación del cuerpo técnico, jugadores y dirigencia le da confianza, la misma que tiene del trabajo ya realizado y que esta noche jugará su primer gran partido.

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