Por María José Tapia y Juan Pablo Sallaberry Septiembre 29, 2015

Mañana en la noche se dará a conocer el presupuesto que marcará al país durante el próximo año. En cadena nacional, la presidenta Michelle Bachelet revelará los recursos con los que contará Chile para materializar sus desafíos el 2016. A grandes rasgos, este nuevo erario debiera estar marcado por siete tendencias centrales:

1.- Presupuesto menos expansivo.

La opinión es unánime: el presupuesto 2016 debiera crecer la mitad que en 2015. Es que la expansión de 9,8% arrojada el año anterior no se repetiría a futuro. Según los expertos, el crecimiento del gasto público debiera ser de entre 4% a 4,5%. “La austeridad fiscal es el elemento más importante con objeto de no deteriorar la solvencia fiscal”, dice la economista de LyD, Cecilia Cifuentes. Agrega que el alza debiera bordear el 4%. “Me parece que es una expansión correcta, porque el gasto público tiene mucha inercia y hay gastos que están definidos por ley, por ende, una cifra inferior a 4% genera un problema con el cumplimiento de compromisos por parte del gobierno”.
La moderación presupuestaria irá en línea con las aspiraciones del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, de reducir el déficit estructural. 2016 será el octavo año con déficit. Para este ejercicio, el gobierno estima un déficit de 1,1%, y economistas esperan las señales de una baja significativa del indicador para 2016.

2.- Realismo de base.

El débil porcentaje de crecimiento estará sustentado en variables menos optimistas que las consideradas en el ejercicio 2015. La debilidad de la economía china seguirá golpeando el precio del cobre y propiciará un dólar al alza. “No podemos seguir presupuestando con variables que al final no se cumplen, como lo que pasó para este año que se calculó con proyecciones de PIB y de precio del cobre bastante optimistas”, dice el economista, Alejandro Alarcón. Según sus estimaciones, el valor del cobre debiera bordear los US$ 2 la libra, mientras que el PIB crecería como máximo un 2,5% el 2016.

3.- Ministerios victoriosos.

.El ministro de Hacienda ya lo reveló. Los ministerios foco para el presupuesto 2016 serán educación, salud y seguridad ciudadana. De hecho, la primera cartera anotará la mayor alza de todo el erario público. “Las prioridades de la autoridad tienen que enfocarse en los problemas que tiene el país en este momento. Es evidente que tenemos un problema serio con la delincuencia, otro tiene que ver con la capacidad que tiene el fisco para inversión pública”, señala Alarcón.
La necesidad de impulsar la inversión para reactivar el país derivará en que el ministerio de Economía tenga recursos adicionales para fomentar la productividad y la innovación. Cecilia Cifuentes muestra sus reparos: “Me preocupa que el foco del crecimiento económico quede completamente relegado. Dentro de todas las partidas el tema de cómo fomentar la actividad económica debiera ser un eje, y me preocupa que no esté”.

4.- La glosa más compleja.

Un aspecto donde estarán puestas las miradas será cómo quede finalmente redactada la glosa de la ley que fijará la gratuidad universitaria para 2016. Pese a que rectores y estudiantes preferían que se discutiera primero la ley de educación superior para definir la arquitectura del sistema, el gobierno optó por comenzar la primera etapa de financiamiento a través del Presupuesto de la nación. El problema: expertos advierten que si está mal redactada puede llegar a ser inconstitucional al no existir una ley que respalde los fondos; debe requerir un artículo transitorio para asociar el presupuesto a un reglamento que ponga condiciones a las universidades que accedan; y podría enredar o condicionar el debate sobre el proyecto de educación superior que se presenta en diciembre.

Una vía de salida del Mineduc -que ya ha bajado varias veces el monto de dinero que destinará a este item- era fijar para el primer año un sistema de becas a los alumnos y no de financiamiento basal a los planteles.

¿Cómo quede redactada la glosa de la ley que fijará la gratuidad universitaria para 2016? Pese a que rectores y estudiantes preferían que se discutiera primero la ley de educación superior, el gobierno optó por comenzar la primera etapa de financiamiento a través del Presupuesto. Expertos advierten que si está mal redactada puede llegar a ser inconstitucional

5.- Las carteras menos alegres.

Lo economistas estiman que gran parte de los ministerios quedarán relegados a un segundo plano. Así carteras como Trabajo tendrán un crecimiento moderado, al igual que Relaciones Exteriores, Presidencia, Deportes, Medio Ambiente, etc.

6.- Eficiencia y gestión.

Las compras de bienes y servicios por parte de los ministerios debieran reducirse. El ítem “adquisición de activos no financieros” que tiene cada una de las partidas anotaría una reducción, en pos de una mayor eficiencia y gestión de los recursos. “Durante este año han aumentado fuertemente las compras de bienes y servicios y la contratación de empleados públicos, temas que muchas veces apuntan en la dirección contraria de un presupuesto eficiente y centrado en la gestión. Este año eso debería cambiar radicalmente”, subraya Cifuentes.

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7.- La prueba de Valdés.

El sello Valdés nuevamente estaría puesto a prueba. El nivel de austeridad del presupuesto 2016 marcaría el poder del ministro de Hacienda en el gobierno. “Si el Ministro Valdés, que tiene la batalla más importante, no sale adelante con las presiones que va a recibir desde el oficialismo y desde el ejecutivo, podría ver complicada su tarea para el próximo año”, apunta Alarcón.

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