Por Paula Comandari y Javier Rodríguez Junio 11, 2015

Al renunciar al directorio de CHV, Óscar Guillermo Garretón fue enfático en señalar que los números rojos que esgrimían los controladores estaban lejos de ser reales, si se consideran los resultados consolidados del negocio de Turner en Chile los últimos siete años.

El último directorio de Chilevisión, el lunes 1 de junio, fue bastante más acalorado que de costumbre. Había pasado una semana desde el anuncio del despido de Jaime de Aguirre como director ejecutivo de la estación, y no todos estaban conformes con la noticia. Cuando se inició la sesión, a las 18 horas de esa tarde, hubo un invitado especial: Juan Carlos Urdaneta, presidente de Turner Broadcasting System en Latinoamérica –dueño de CHV y la mitad de CNN Chile, quien por esos días se encontraba en Chile. Todos ellos escucharon atentos la exposición que Jorge Navarrete hizo sobre televisión digital. Pero apenas el abogado dejó la sala, se desató la furia. En medio de la discusión por los últimos acontecimientos del canal, Óscar Guillermo Garretón, director de CHV desde 2012, presentó su renuncia a la mesa, decisión que el empresario hizo formal hace 10 días, pero que, sin embargo, se ha mantenido en total reserva.

Lo primero, dijo, no estaba de acuerdo que Turner, por controlador que fuera, removiera a De Aguirre de su cargo. Porque, legalmente, quien tiene la facultad de hacerlo es el directorio y no el dueño. Y ellos no fueron consultados sobre el cambio.

El otro elemento que motivó su salida fueron las razones que Turner invocó para terminar con el contrato del director ejecutivo. Dicen que Garretón fue enfático en señalar que los números rojos que esgrimían los estadounidenses estaban lejos de ser reales, si se consideran los resultados consolidados del negocio de Turner en Chile, los últimos siete años. Con documentos en mano, aseguró que las utilidades en ese periodo eran del orden de los $70 mil millones, sembrando dudas sobre los resultados expuestos por la empresa.

En medio de esta tensa conversación, Urdaneta dio el nombre de la dupla chileno-alemana que desembarcaría en CHV al día siguiente. Ninguno en la mesa los conocía demasiado, pero ninguno, tampoco, puso alguna objeción: Francisco Mandiola, ex gerente general de DirecTV Chile y hasta hace 10 días asesor de la Casa de Moneda, asumía la dirección ejecutiva de la señal; mientras que Holger Roost-Macias, más conocido como “el Alemán”, llegaba para asesorar el área de programación de la casa televisiva. El revuelo entre los ejecutivos fue inmediato.

LAS CRÍTICAS A PRENSA                                   

El martes 2, a las 10 a.m., se dio inicio al comité de integración que CHV realiza en teleconferencia con los dueños de la estación. La cita estaba pactada unos días antes, pero decidieron aplazarla y hacerla calzar con la llegada de los nuevos ejecutivos. La reunión, que usualmente dura dos horas, se extendió hasta las 4 de la tarde. Además de Urdaneta, Mandiola y “el Alemán” asistieron personeros emblemáticos de la estación: Pablo Morales, director de Programación; la entonces gerente general, Alicia Zaldívar; el jefe de Prensa, Patricio Caldichoury, y el gerente comercial, Luis Hernán Browne. Como todos los meses, cada uno en su rol expuso la situación de CHV. Se habló del rating, de las ventas, de las proyecciones. Tanto Roost-Macias, como Mandiola escucharon en silencio. Ese día en la tarde cada uno de los ejecutivos comenzó la ronda de reuniones, que se extendió toda la semana con ejecutivos, productores y rostros.

Todas ellas fueron bilaterales. El miércoles a las 10 a.m. fue el turno de Mandiola con Alicia Zaldívar, histórica de CHV. El diálogo fue escueto: el director ejecutivo le señaló que el nuevo plan no consideraban la figura de gerente general, y que su puesto ya no existía en el organigrama. Operarían como Mega, con una cabeza –Mandiola–, y ejecutivos que le respondan a él.

Ella, dicen sus cercanos, entendió el mensaje, y asumió la decisión como despido. No le ofrecieron ningún rol alternativo. Al interior del canal, afirman, que ésta fue la primera jugada equivocada de Mandiola. Porque ella maneja perfectamente el funcionamiento del canal, desde los contenidos hasta los números, y parecía la persona indicada para apoyar el aterrizaje de la nueva cabeza de CHV en un complejo momento.

Al mediodía vino el turno de Pablo Morales. Aunque al interior del canal aseguran que ya le presentaron una opción de salida, cercanos a Mandiola afirman que ratificaron a Morales en su puesto, y que por lo pronto, continuará en su cargo.

Las cosas para Patricio Caldichoury han sido bastante más difíciles estas semanas. Dicen que el alemán le preguntó directamente si iba a dejar su cargo, a lo que él contestó que no, a no ser que se lo pidieran oficialmente. En todo caso, sabe que el departamento que dirige está cuestionado por los nuevos mandamases de la estación.

Roost-Macias le señaló que las noticias eran demasiado “rojas”, demasiado policiales. Que se necesitaba un cambio radical. Cercanos a Caldichoury, de hecho, afirman que el ejecutivo alemán no le “compró” el concepto de periodismo ciudadano que utilizó para justificar el tipo de noticias que potenciaba CHV y que siempre fue avalado por De Aguirre. Por eso, al interior del departamento de Prensa hay tanta incertidumbre sobre la línea editorial que seguirán desde ahora.

La conversación con Rodrigo Díaz, director ejecutivo de Ficción, fue letal: le aseguró que en dos años el canal dejará por completo de hacer producciones como Sudamerican Rockers. Para eso, no habrá presupuesto.

 MONEDA DE CAMBIO

El miércoles de la semana pasada fue la presentación formal de Mandiola y Roost-Macias.  La ceremonia se realizó en uno de los estudios del canal. Antes de llegar a ese lugar, ambos ejecutivos atravesaron el pasillo donde, según un ejecutivo de la casa televisiva, se encuentran varios containers —al lado de la basura—, donde trabajan gran parte de los editores del canal, que tiene dos baños para sus 800 trabajadores.

Entonces ambos ejecutivos coincidieron en que no era posible hacer cambios rápidos y efectivos porque la situación en la que opera la estación era demasiado frágil. De ahí la idea de apurar las cosas para cambiarse a Machasa lo antes posible.

Cuando comenzó su breve discurso, el nuevo director ejecutivo intentó marcar el sello que busca imprimir en su gestión: ser un director ejecutivo cercano y con las puertas de su oficina abiertas para todos. Algo que le reconocen quienes trabajaron con él en El Mercurio, donde formó parte del equipo que fundó Emol y fue gerente comercial desde 1995 hasta 2000.

Esa tarde, el ejecutivo señaló que el canal tenía que adaptarse a la realidad económica televisiva actual y que debían hacer una televisión que gustara a las audiencias, tanto como a los avisadores. Entonces, admitió que venía a aprender porque de televisión sabía poco. Ello generó bastante suspicacia, sobre todo considerando el complejo escenario que vive la industria hoy.

Algo que tampoco pasó inadvertido es el rol que Mandiola tuvo en la Casa de Moneda, una empresa pública, que depende directamente del Ministerio de Economía. Llegó como gerente comercial en 2010, en el gobierno de Sebastián Piñera, y a los dos años pasó a ser gerente general. Quienes trabajaron con él afirman que su labor fue extraordinaria, porque transformó “un taller de barrio en una empresa de talla mundial”. Entre los ejecutivos comentaban la ironía de que un “cercano a Piñera” llegaba a CHV a un puesto que quedó vacante justamente por un conflicto entre el ex director ejecutivo y el propio ex presidente.

Cercanos a Mandiola aseguran que aunque es un hombre pro derecha, siempre ha sido independiente. Ello genera más preguntas que respuestas: varios ejecutivos de CHV manifiestan aprensiones de que la cabeza de una estación televisiva no tenga redes en el gobierno.

Cuando terminó sus palabras, Mandiola presentó a Roost-Macias, dueño de la exitosa productora Tresor TV, una de las 10 más grandes en Alemania. Y una de las pocas compañías independientes en el mercado televisivo alemán dirigida al mercado de masas, con fuerte acción en los contenidos de redes digitales. Dicen que el alemán tiene fuerte expertise en reality shows, docurrealities y ficciones y que cuando tomó la palabra aseguró que hay que “convertir Chilevisión de un almacén en un supermercado”.

En el canal les llamó la atención el manejo que el ejecutivo tiene de la industria chilena. A diferencia de Mandiola conoce a cada uno de los rostros y los distintos programas que figuran en la parrilla de los diversos canales de televisión. Además, sabe quién es quién en CHV, algo que Mandiola recién está aprendiendo.

Por eso en la casa televisiva muchos creen que es el alemán —que habla perfecto español— quien llega a mandar. Al menos, en lo que de contenidos se trata. Mandiola, el hombre Excel, viene a apuntalar la gestión, amparado en su exitosa experiencia en relanzar la marca DirecTV en Chile y profesionalizar la Casa de Moneda. Los más escépticos dudan que esa trayectoria le entregue los recursos para liderar un buque que incluye producir el Festival de Viña, las relaciones institucionales, la parrilla y los presupuestos.

Roost-Macias está contratado sólo por 18 meses. Pero el mandato de Estados Unidos es más estricto y veloz: les dieron un año para revertir las pérdidas —que solo en el primer semestre de este año acumularon $ 4 mil millones— y contar con números azules.

TOLERANCIA EN DUDA

El jueves fue el turno de los rostros. A las 10 a.m, Mandiola se reunió con casi todos las figuras anclas de la estación. Entre otros, con Macarena Pizarro, Felipe Bianchi, Humberto Sichel e Iván Núñez. La segunda reunión comenzó a las 11, con Matías del Río, Carmen Gloria Arroyo, Carolina de Moras y Francisca-García Huidobro. A todos ellos les recalcó que el canal pasaba por un mal momento y que en seis semanas iban a ver los primeros cambios en la parrilla.

Roost-Macias, por su parte, ha insistido entre los productores ejecutivos del canal que tanto a prensa como al matinal les hace falta luz. “La televisión es también diversión, escapismo, que haya gente alegre, glamour y belleza”.

Ese mismo día, Mandiola y el alemán asistieron al almuerzo que, religiosamente, realizaba De Aguirre con los conductores de Tolerancia Cero. Es la reunión de pauta que semanalmente organizan en el comedor de la Dirección del Canal. Para los conductores era importante el feedback que los nuevos ejecutivos le darían sobre el programa. Dicen que Mandiola fue más bien cauto, que se dedicó a escuchar, aunque valoró la libertad que tenía cada uno en el espacio. Roost-Macias, sin embargo, llegó a Chile con una visión bastante “crítica y negra” de T0, aunque a los pocos días pudo detectar la importancia y prestigio que tenía en la parrilla, reconociendo que es un programa de autor, y que hay que respetar a los “personajes y sus roles”.

En Programación, sin embargo, saben que habrá una lucha con el alemán porque éste no es partidario de mantener el programa en horario prime.

Cercanos al programa afirman que la próxima semana se sabrá si el reemplazante de Fernando Paulsen será Patricio Fernández o Beatriz Sánchez. Aunque suenan otros nombres. En reemplazo de Bianchi —quien deja el canal en agosto— el nombre que se baraja con más fuerza es el de Daniel Matamala. De hecho, altos ejecutivos de CNN Chile afirman que la señal de noticia le ofreció al periodista hace un año a Jaime de Aguirre, pero que éste nunca quiso mezclar las cosas. Ahora volvieron con la misma idea: se la hicieron saber a Pablo Morales. En todo caso, la última palabra la tiene Mandiola. En el entorno del director ejecutivo afirman que aún no decide si habrá un nuevo integrante. Porque, de nuevo, la idea es abaratar costos.

TÉ PARA TRES

En sus reuniones la semana pasada, Roost-Macias insistió que conocía en detalle CHV. Un productor afirma que él mismo le confesó que si bien fue contratado formalmente hace 10 días, asesora a la casa televisiva desde enero pasado. Fue también en el verano que los dueños de Turner sondearon a Rolando Santos para que asumiera la dirección ejecutiva de CHV, acuerdo que nunca se concretó, pero que demuestra que la “búsqueda” había comenzado hace varios meses.

Aunque Francisco Mandiola no conocía a los ejecutivos que lo contrataron para el nuevo cargo, cuando fue gerente general de DirecTV tuvo contacto con la empresa estadounidense, la cual fue su proveedor de contenidos. Dicen que ese roce acercó a los dueños de Turner al chileno, que ha vivido gran parte de su vida en Estados Unidos —estudió en la Universidad de Georgetown e hizo su MBA en UCLA, donde conoció a su mujer china-japonesa— y posee un perfil que atrae a los dueños de Turner: habla perfecto inglés, y tiene contactos en todas partes del mundo.

Quienes conocen a Mandiola lo definen como un gran anfitrión. Le encanta invitar a su casa y la mayoría de las veces cocina él. Es fanático de los vinos, los viajes y del té –es dueño de TPuro, un emprendimiento con sede en el edificio del MBA de la UC que abrió hace cuatro años, luego de cerrar en Vitacura, con la idea de crear un “Starbucks del Té”, negocio que ha sido bastante más lento de lo que imaginó. Lo que ahora está por verse es si en los pasillos de Chilevisión se moverá con la misma comodidad que acostumbra.

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