Por Natalia Saavedra Junio 16, 2011

"Las personas que son claves en el proyecto vienen desde 1999 y son seis: Nicolás Ramírez, Daniel Meszaros, María Isabel Farah, Santiago Grage y Pablo Fuenzalida. Este equipo lleva trabajando conmigo casi ocho años". Así describía en 2006 el actual director de La Polar, Pablo Alcalde, al equipo de confianza que durante una década fue su círculo de hierro en la multitienda.

Con este cohesionado grupo de cinco ejecutivos, además de un par de personas de segunda línea, Alcalde manejó durante 12 años La Polar desde la gerencia general, convirtiéndola en una de las multitiendas de más fuerte crecimiento -sobre todo en los estratos C3 y D-, hasta llegar a ser el cuarto actor del mercado, y transformando su acción en una de las favoritas del mercado bursátil.

El jueves de la semana pasada, el directorio de La Polar envió a la SVS un hecho esencial en el cual reconocía la existencia de "prácticas (…) no autorizadas". La noticia, que confirmó las sospechas que rondaban en el negocio de consumo masivo desde hace meses, fue recibida como una granada en pleno corazón del sistema financiero. Y las esquirlas del caso parecen no detenerse.

Las primeras bajas se verificaron ese mismo día al interior de la cadena de tiendas. El jueves 9, La Polar informó al mercado que se había iniciado una reestructuración en el área financiera, por lo cual se había pedido la renuncia del gerente de Productos Financieros, Julián Moreno. La noche del día siguiente, el directorio removió a Alcalde de la presidencia -cargo que ocupó en los últimos dos años-, nombrando en su lugar a Heriberto Urzúa, hasta esa fecha vicepresidente de la mesa. Esta semana se produjo la salida de la gerente corporativa de Administración, María Isabel Farah.

Hoy, los ojos del mercado están fijos en tres figuras clave en el explosivo crecimiento de la compañía en los últimos años, la auditora PricewaterhouseCoopers (PwC), el directorio de la compañía y la primera línea ejecutiva.

De genio a villano

"A fines de los 90, Pablo era considerado un genio del retail, así como uno de los ejecutivos que mejor conocían los segmentos C3 y D", recuerda un profesional que siguió de cerca el fichaje del ingeniero comercial de la Universidad de Chile. Fue uno de los socios del nuevo dueño de la cadena, el fondo Southern Cross, Raúl Sotomayor, quien tentó al ex ejecutivo bancario. En sólo siete meses conformó el que sería hasta hace un par de días el corazón operativo de la firma de consumo.

A tal punto llegaba la confianza de Alcalde en María Isabel Farah y Julián Moreno que, según cuenta una fuente al interior de la compañía, "eran los únicos miembros de la plana mayor que tenían servidores en línea en sus casas".

Hoy, Alcalde -ex alumno del Verbo Divino- vive uno de sus momentos más amargos.

Un cercano relata que lo que más lo afectó es que ya el viernes no fue parte de la sesión de directorio de la firma. Otra de las situaciones que le duele, agrega esta persona, es la distancia del actual presidente de la empresa, Heriberto Urzúa, a quien conoce desde la época en que ambos trabajaron en Forus, de la familia Swett.

Asesorado por el penalista Jorge Bofill, el ex presidente de la multitienda prepara su defensa ante los organismos encargados de supervisar el funcionamiento de esta industria, y también de la justicia que, a través de la Fiscalía Norte, inició este lunes una indagación que, muy probablemente, repasará los últimos años la gestión de este círculo de ejecutivos.

La mano derecha

Hay algo en lo que todos coinciden: dentro de la media docena de personas que tenían a su cargo la marcha diaria de La Polar, existía un trío que manejaba los secretos operativos y financieros del operador de retail. Este "núcleo duro" estaba conformado por Alcalde y las dos personas de mayor confianza: María Isabel Farah Silva y Julián Moreno de Pablo.

Moreno era hasta la semana pasada el ejecutivo más antiguo de la compañía, y provenía del staff  que antecedió la llegada de Southern Cross a la propiedad. Rápidamente se transformó en lugarteniente de Alcalde y era quien apoyaba cada una de las decisiones del entonces gerente general.

El caso de Farah es distinto. "María Isabel siempre fue la mano derecha de Pablo", recuerda un ex director de la empresa de retail, quien comenta que ella solía acompañarlo a las reuniones con el equipo y muchas veces era la encargada de preparar las presentaciones del ejecutivo ante el directorio de la firma. En los reportes y power point que presentaba la gerencia ante el directorio, los datos "eran entregados por goteo y siempre muy compartimentados entre una gerencia y otra", recuerda una alta fuente de esa época.

A tal punto llegaba la confianza de Alcalde en estos dos ejecutivos que, según un profesional de la compañía, "eran los únicos de la plana mayor que tenían servidores en línea de la empresa en su propia casa". Qué Pasa intentó contactar a Farah y Moreno sin resultados.

Relaciones peligrosas

Las sociedades "cascada" de los gerentes

En 2003, Southern Cross hizo efectiva una práctica que ya había aplicado en otros países: incluir a sus principales ejecutivos en la propiedad de la tienda chilena mediante un proceso de stock options (opciones preferentes para ejecutivos). En 2004, se creó Inversiones Siglo XXI Dos SA, una filial de la matriz histórica de La Polar -Inversiones Siglo XXI, a través de la cual Southern tomó el control de la compañía-, que a partir de allí se transformaría en el principal vehículo de inversiones de los  principales ejecutivos de la cadena. A este "núcleo duro" de unió, además, el gerente de Informática, Pablo Fuenzalida; el gerente de Finanzas, Santiago Grage; y el gerente corporativo Internacional, Daniel Meszaros. Años después se sumó Nicolás Ramírez que,  en 2009 , llegó a la gerencia general, tras asumir Alcalde la presidencia del directorio.

Estos ejecutivos formaron sus propias sociedades de inversión, a través de las cuales siguieron realizando importantes transacciones con papeles de La Polar. Entre 2000 y 2001, se crearon Horus (Farah); Río Najerillas (Moreno);  Galicia (Alcalde) y Asesorías D y J Ltda. (Meszaros), entre varias otras. Además operaron otras tantas en conjunto.

En 2006, una nueva opción preferente para los ejecutivos, dio origen a Alpha SA, otro vehículo de inversiones en el que participan los profesionales como grupo.

Pero fue Siglo XXI Dos (que luego se transforma en una sociedad de responsabilidad limitada, y que más tarde sería compartimentada en las series A y B), el vehículo predilecto de los "cerebros" del retailer.

De acuerdo a la información que consta en las memorias de La Polar, entre 2006 y 2010, los ejecutivos clave de la cadena y otras  sociedades relacionadas con la empresa,  efectuaron ventas por unos US$ 226 millones. Los mismos títulos que  en su momento adquirieron en torno a los $ 500, fueron vendidos entre $ 1.039 y $ 3.505. Una cifra considerable, si se piensa que las utilidades de los últimos diez años de la compañía apenas sobrepasan los US$ 500 millones.

Sólo entre 2009 y 2010, los principales ejecutivos de la firma percibieron US$ 50 millones tras enajenar sus papeles. El año pasado, el mayor número de transacciones lo protagonizó Río Najerillas, la S.A. de Julián Moreno.

Salvataje contrareloj

La palabra quiebra empezó a rondar las oficinas de La Polar el pasado miércoles. En una reunión entre directores, LarrainVial y los bufetes que asesoran el rescate financiero, se planteó la necesidad de estar preparado para "todos los escenarios", comentó uno de los presentes.

Y aunque entre los involucrados se insiste en que la firma es viable, la presión de los acreedores podría decir otra cosa. Entre los principales deudores: los bancos, los tenedores de bonos y los pequeños accionistas, el nerviosismo es evidente. "Si los bonistas quieren hacer efectivos sus instrumentos, por la falta de apego a las condiciones de emisión (covenants), la insolvencia financiera estaría más cercana que hoy", sostiene uno de los asesores del directorio.

Tras una exposición efectuada por los representantes del estudio Urenda, Rencoret, Orrego y Dörr , este miércoles comenzó a estudiarse la posibilidad de elaborar un convenio judicial preventivo. La salida permitiría pactar con los acreedores una fórmula de pago, bloqueando la solicitud de quiebra.

En la reunión del miércoles, como ha ocurrido en los últimos encuentros, uno de los asistentes más activos fue el director de Moneda, Fernando Tisné, quien por su experiencia en el mundo financiero se ha convertido en la contraparte de los asesores legales y económicos de la tienda. Tras una exposición efectuada por los representantes del estudio Urenda, Rencoret, Orrego y Dörr -contratado por LarrainVial para analizar la viabilidad de la firma-, comenzó a estudiarse la posibilidad de un convenio judicial preventivo. Esta salida consiste en pactar con los acreedores una fórmula de pago, bloqueando una eventual solicitud de quiebra.

"Se trabaja a toda velocidad para completar un diagnóstico lo más fidedigno posible, y transparentarle en tiempo récord a un posible inversionista la situación de la compañía", explica uno de los involucrados.

Plazos fatales

Son dos los plazos que los directivos de la firma tienen en mente. El primero se cumple en sólo cinco días: el 22 de junio está citada una junta de accionistas para aprobar un aumento de capital por US$ 400 millones.

El otro plazo es todavía más ineludible. El 30 de junio es el último día para que las sociedades anónimas hagan llegar sus estados de resultados a la SVS. "Ahí se debe sincerar el 'forado' financiero, con las consecuencias que ello acarrea", explica un abogado de las AFP. Por ello, las expectativas son que la capitalización de la empresa del miércoles 22 se apruebe, aun cuando los primeros análisis arrojan una cartera incobrable cercana a los US$ 500 millones.

Pese a que todavía no hay morosidades, existen riesgos claros. Uno de ellos son las aseguradoras, que garantizan el pago de facturas. En Chile tres empresas realizan este servicio: Coface, Continental y Mapfre. ¿Qué sucedería si en las próximas semanas las aseguradoras deciden no avalar estos pagos? "Se correría un riesgo de desabastecimiento", dice un ejecutivo del sector.

Querellas cruzadas

Los frentes no se terminan para el retailer y deberá ocuparse -en paralelo- de una "guerra" cruzada de querellas que se le vienen encima. PwC ya contrató los servicios de Pablo Rodríguez, mientras que el directorio fichó al penalista Davor Harasic y al experto en mercado de capitales de Guerrero, Olivos, Novoa y Errázuriz Abogados, Jorge Delpiano. Pablo Alcalde contrató los servicios de Jorge Bofill, mientras que Provida y Moneda están trabajando con Pedro Pablo Gutiérrez. Pero el salvataje debe llegar no sólo por parte de un inversionista que apueste por La Polar en tiempo récord. Se espera una señal de Hacienda, que descomprima el ambiente e impida la caída de una compañía, cuya insolvencia afectaría a los sectores de menores ingresos.

En este mapa, la investigación de la Fiscalía Centro Norte abrió un flanco de insospechadas consecuencias.

Relaciones peligrosas

Con experiencia alfa

Los abogados que representan a los accionistas de la multitienda observan con especial atención los pasos que ha dado la Fiscalía Centro Norte. El Ministerio Público sorprendió a todos los involucrados cuando comenzó investigar de oficio. La señal fue dura y se leyó como un cuestionamiento a las superintendencias de Valores y de Bancos. El lunes, los fiscales José Morales y Luis Inostroza incautaron tres computadores y documentación desde la gerencia general del retailer. Morales está a cargo de la Fiscalía de Alta Complejidad. Su brazo derecho, Inostroza, es considerado un especialista en delitos financieros: en su currículum figura la quiebra fraudulenta de la corredora Alfa. Las indagaciones se concentran en dos artículos de la Ley de Valores: el 59 a, que apunta a la entrega de información o hechos falsos al mercado; y el 59 d, que castiga a los contadores y auditores "que dictaminen falsamente sobre la situación financiera de una persona sujeta a una obligación de registro de conformidad a esta ley". El foco en este caso es claro: los ex auditores de la firma PwC que, además de Rodríguez Grez, contrataron esta semana a la firma de comunicaciones Nexos.

El perfil de los ejecutivos clave

Pablo Alcalde Saavedra (58)

Ingeniero comercial de la Universidad de Chile, Alcalde es tildado de obsesivo a la hora de lograr sus objetivos. Catalogado en distintos rankings como uno de los gerentes mejor evaluados del negocio minorista, simepre se ha destacado su pecargos que ha ocupado. Su ex compañeros lo recuerdan practicando una y otra vez la prueba de 800 metros planos, que lo hizo reconocido en el Verbo Divino. Ejecutivos de la plaza plantean que el error de Alcalde fue la excesiva confianza en su "círculo de hierro". Casado con la artista María Inés Lagos, hizo una parte importante de las transacciones con papeles de La Polar a través de Asesorías Galicia Limitada. Dentro de su patrimonio, Alcalde cuenta con cuatro bienes raíces y en su Dicom aparece vinculado a siete sociedades, dentro de las cuales se cuenta Pesquera Andacollo y Agrícola Chiñihue. Es fanático de la hípica y suele ejercitarse en el Balthus de Vitacura.

María Isabel Farah Silva (53)

Farah es ingeniera comercial de la Universidad de Tarapacá. Desde su aterrizaje en la firma, la profesional trabajó codo a codo con Alcalde. Su salida sorprendió el pasado lunes, pues era -hasta ese momento- de total confianza de la administración. Quienes han trabajado con ella destacan su perfil polifuncional, que se hizo visible, por ejemplo, en la expansión internacional de la empresa. Se la menciona como la gestora del sistema, que definía como cobrables una parte relevante de la cartera vencida, lo que mejoraba ostensiblemente el desempeño de La Polar, respecto al resto de la industria. Su fuerte es el área financiera y es vista como una experta en modelos predictivos y análisis numérico. Dentro de sus hobbies está la orfebrería, lo que, según cercanos, le servía como vía escape a la presión de este negocio. En su patrimonio destacan propiedades en Vitacura, Providencia y Puente Alto.

Nicolás Ramírez Cardoen (43)

Era el hombre de confianza de Alcalde en todo lo relacionado con el abastecimiento de las tiendas y el marketing de la cadena. Es el más joven del grupo. Dejó la empresa a comienzos de 2011 por una afección cardíaca, según comentaron sus cercanos. Ramírez ejerció en varias áreas de la empresa. Ingeniero comercial de la Universidad de Chile, antes de trabajar en La Polar se desempeñó en el área ejecutiva de Lápiz López. Su participación como inversionista de la multitienda se realiza a través de Inversiones Universal.

Julián Moreno de Pablo (58)

Es el ejecutivo más antiguo del grupo -trabajó 17 años en la cadena de tiendas- y fue el primero en salir tras el escándalo. Se reunió hasta la semana pasada con el directorio, cuando aún Alcalde integraba ese grupo. Moreno, dicen cercanos de la industria, era un tanto hermético, y conocía La Polar de memoria, incluyendo el perfil y características de sus clientes. Fue la cara visible de la compañía en la mesa negociadora del Comité de Retail Financiero y reprodujo la postura de Alcalde en esa mesa: no a la deuda consolidada. Invertía regularmente en La Polar a través de Asesorías Najerillas.

Santiago Grage Díaz (58)

Es uno de los pocos -junto con Fuenzalida- del "grupo de los siete", que todavía están en la empresa. Grage fue el elegido por la firma para dar a conocer los resultados 2010, en diciembre pasado. En esa oportunidad, La Polar comunicó un aumento considerable de su nivel de provisiones, lo que la puso en la mira de algunos de los accionistas, quienes comenzaron a pedir mayor información a la plana ejecutivo. Es conocido por inversionistas y corredoras de la plaza, pues era un asistente habitual a las reuniones realizadas dentro y fuera de Chile. Su sociedad de inversiones, Ravello, además participaba en varias subsidiarias de Siglo XXI y de Alpha, esta última el vehículo de inversiones que el grupo de gerentes formó en 2006 para invertir en la compañía.

Pablo Fuenzalida May (48)

Pese a que su oficio no está dentro del negocio propio de consumo masivo, este ingeniero civil fue parte de la camada que llegó con Alcalde en la nueva etapa de La Polar como gerente corporativo de Informática y Logística. Su rol en la firma ha estado marcado por el proceso de modernización tecnológica de la multitienda. Igualmente, su cargo integra la primera línea de seis gerentes corporativos que se reportan directo a la gerencia general de La Polar. Su sociedad de inversiones en la multitienda es Asesorías Administrativas, Financieras y de Sistemas Los Siete Ltda., creada en noviembre de 2000.

Daniel Meszaros Uscher (47)

Este ejecutivo ha liderado el proyecto de expansión en Colombia de La Polar, iniciado en 2010. Meszaros es el encargado de las operaciones en ese país. Sus cercanos dicen que fue el más sorprendido con el descalabro de La Polar. Ha tenido el voto de confianza de la administración, permaneciendo en su cargo. Sus operaciones con acciones de la firma se han efectuado por medio de Asesorías D y J Ltda.

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