Por Juan Cristóbal Guarello Julio 9, 2010

"No estoy acá para caer bien". Con esa frase inequívoca Harold Mayne-Nicholls les rayó la cancha a los jugadores de Universidad Católica cuando asumió la jefatura de la rama de fútbol, en 1996. El presidente de la ANFP puede ser un político nato, pero sus dotes diplomáticas se extinguen en el momento en que considera que lo están contradiciendo. Existen varias formas de plantear un debate: rebatir las ideas, descalificarlas, descalificar al interlocutor y negar el derecho al oponente de expresarse. Harold las usa todas, según como venga la mano.

Hay varios episodios ilustrativos, como el famoso "castigo de la FIFA" cuando el síndico de quiebras de Rangers tuvo la mala idea de llevar a la justicia ordinaria el descenso. La reacción del timonel de la ANFP fue de tal severidad que sólo puede explicarse como un acto de enojo irracional momentáneo. Por poco el síndico, que hacía su trabajo nada más, fue motejado de "traidor a la patria". Acto seguido desde Quilín se anunció que "la FIFA podía dejar a Chile sin Mundial". Claro, los que conocemos el paño, supimos de inmediato que fue una amenaza rimbombante y desproporcionada, una fantasía, vaya. Pero fue exitosa, el síndico dio pie atrás en menos de 48 horas.

De los otros hay ejemplos concretos. Cuando un reportero le dijo que existía un acápite en el reglamento de la Copa Libertadores que permitía a la U utilizar los jugadores después del 16 mayo, la respuesta de Harold fue simplemente negar la existencia del texto.  Yo digo que no existe y por lo tanto no existe.

El otro tuvo más repercusión y marca la diferencia entre pelear con un síndico de Talca o un reportero. Me refiero a la reacción indignada de Mayne-Nicholls cuando Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica desaprobaron su modelo inicial de reparto de los excedentes del CDF. El presidente de la ANFP habló de "una falta de respeto". La verdad es que los clubes grandes querían un porcentaje mayor de torta, lo que no puede ser una novedad (basta con haber leído el diario los últimos 50 años), pero en ningún caso esto fue planteado con insultos, diatribas o amenazas. Para Harold, el que votaran en contra lo tomaba como un agravio a él y a todo el fútbol chileno.

Mayne-Nicholls se puede enojar con los tres grandes, pero así no va a ganar la batalla. Menos si el más importante, Colo Colo, tiene al ex presidente y accionista a cargo de Chiledeportes y a otro accionista mayor en la Presidencia de la República. "Con la Iglesia hemos topado amigo Sancho" dijo el Quijote de la Mancha. El "Caballero de la Triste Figura" podrá encarnar el idealismo en todas sus formas, pero hasta él debió ser realista en un momento determinado. Esto lo saben Reinaldo Sánchez, Miguel Bauzá, Mario Mosquera, Ricardo Abumohor, Abel Alonso, Sergio Stoppel, Miguel Nasur…

Se puede gobernar con Colo Colo, Universidad de Chile y Católica. Y también se puede gobernar sin ellos. Lo que es un suicidio es ir en contra de ellos como política estructural. Tarde o temprano te pasan una cuantiosa factura.

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