Por Lorena Rubio y Antonieta de la Fuente Enero 9, 2010

La idea comenzó a circular a pocos días de la elección presidencial. Tras obtener un resultado mayor al que se esperaba -el 44,05%-, en el círculo más estrecho de Sebastián Piñera tomaba forma la posibilidad de hacer un gran anuncio antes de la segunda vuelta.

Conscientes de que incluso entre algunos de sus simpatizantes la demora en desprenderse de sus negocios es motivo de inquietud, el objetivo de sus estrategas, principalmente los políticos, era dar un golpe de efecto, anunciando la venta de su participación en LAN.

Pero la idea perdió fuerza y a fines de diciembre fue desechada por completo. Dos razones pesaron en la decisión: en primer lugar, en el círculo histórico del abanderado se pensaba que era poner antes de tiempo un tema sensible: la fortuna del empresario. Se trata de una transacción que bordea los US$ 1.500 millones.

Además, el traspaso a manos de terceros del 26% que el empresario posee en LAN, todavía no se afina completamente y faltan cabos por atar.

Mientras los especialistas financieros a cargo de la operación hablan de "flancos", quienes han conversado con el abanderado y con la familia Cueto -su socia en el pacto que controla LAN- hablan derechamente de "tironeos" entre ambos. Eso sí, nadie duda de que llegarán a acuerdo, pese a lo dura que puede resultar la negociación. Todo esto sujeto, por cierto, al triunfo del abanderado de la centroderecha en la segunda vuelta.

"Los Cueto, sobre todo su patriarca Juan, tienen un cariño especial por Sebastián y pese a la demora que éste ha mostrado en vender su parte, pesará el afecto y el interés por hacer negocios", asegura una fuente que conoce a ambos socios.

¿Cómo se produjo el impasse que aún no se soluciona? Desde que se comenzó a hablar de la venta de LAN, Piñera manifestó su intención de enajenar la totalidad de su inversión en un solo bloque, mientras que sus socios históricos sólo quieren un porcentaje que les asegure el control. Hasta ahora se menciona entre el 10% y el 14% del paquete, lo que les podría costar hasta US$ 800 millones. Según Piñera, la transacción debiera incluir una prima (premio sobre la acción) que algunos calculan en 10% por sobre el valor actual de los títulos. Para los Cueto, sin embargo, el precio debe ser el del mercado.

Según Piñera, la transacción debiera incluir una prima (premio sobre la acción), que algunos calculan en 10% por sobre el valor actual de los títulos. Para los Cueto, sin embargo, el precio debe ser el del mercado. Como sea, y con tropiezos, las conversaciones avanzan.

Como sea, y con tropiezos, las conversaciones avanzan. A una semana de la elección los escenarios están a acotados y todos ellos requerirían la realización de una Oferta Pública de Acciones (OPA).

Además, nadie pone en duda que los Cueto quieren mantenerse en LAN y que la operación se hará desde Costa Verde Aeronáutica (CVA), la sociedad creada específicamente para esta operación, que posee el 23,19% de LAN.

Un cercano al clan Cueto afirma que entre las principales características de esta familia están el pragmatismo y la racionalidad económica: "Ellos no van a extralimitarse en ninguna decisión. Evaluarán fríamente el negocio, tal como siempre lo hacen con todas sus inversiones", cuenta un socio histórico del grupo. Es decir, no se endeudarán más de la cuenta.

Otro hecho que pesa en la decisión de comprar sólo lo necesario -entre el 10% y el 14%- tiene que ver con el porcentaje que tiene la familia Eblen -accionistas históricos, que hoy poseen cerca del 12%-, aliados incondicionales de los controladores.

Afinando la OPA

Según el pacto de accionistas acordado en 2000 por los Cueto y Sebastián Piñera para controlar LAN, el candidato debe ofrecer en primer lugar a sus socios las acciones que ponga a la venta. La figura denominada first refusal option plantea que si uno de los socios decide vender, su contraparte tiene prioridad.

Enrique Cueto

Quienes conocen la negociación aseguran que la salida más factible es una oferta abierta y equitativa, en la cual todos los accionistas puedan acceder al premio, si es que lo hay. Eso sí, no se tratará de una operación rápida. Para aumentar su participación en LAN y transformarse en controladores únicos, los Cueto deberán lanzar una Oferta Pública de Acciones (OPA). Esto porque la ley estipula que si una inversora supera el 25% en una sociedad (Costa Verde tiene el 23,19%), debe lanzarse obligatoriamente una OPA. Y aunque hay ciertas excepciones, los socios de Piñera en LAN ya están trabajando bajo esta fórmula para quedarse con el control de la aerolínea.

En este escenario el clan actúa codo a codo con el estudio que históricamente los ha asesorado, Claro y Cía. Uno de sus principales socios, José María Eyzaguirre García de la Huerta, es amigo cercano del patriarca Juan Cueto y hoy asesora a la familia dueña de LAN junto a su hijo José María Eyzaguirre B., quien defendió a Juan José Cueto tras la multa impuesta por la SVS.

Ya que la OPA requiere asesoría financiera, lo lógico es que los Cueto sondeen a bancos de inversión para realizar la operación. Se ha mencionado a LarrainVial. En esta firma, no obstante, aseguran que "no hay nada firmado".

¿Qué hará Piñera con LAN?

Fase I: Axxion o LAN

Uno de los escenarios que se estudian es que los Cueto lancen la oferta por Axxion. Se trata de la sociedad de inversiones a través de la cual Piñera detenta el 19% de las acciones de la aerolínea. En todo caso, en el entorno del abanderado asumen con mayores posibilidades una OPA por un porcentaje acotado de LAN. Así se lograría, por parte del socio de Piñera, una participación directa en la compañía de aviación. La operación generaría el pago de tributos del orden de US$ 150 millones.

En los últimos meses las acciones de la aerolínea se han valorizado considerablemente. Si a principios de noviembre sus títulos se transaban en $ 7.100, por estos días la acción se ha movido en torno a los $ 8.500.

Cualquiera sea la fórmula elegida, de ganar Piñera la elección presidencial, ambos grupos deberían afinar los detalles en las dos últimas semanas de enero. Entretanto, los Cueto ya buscan financiamiento externo, el que sumarían a sus propios recursos.

Los márgenes, eso sí, son acotados. La ley establece que una OPA debe estar vigente por un período de 30 días. Por ello, los Cueto tendrían que lanzarla a más tardar a principios de febrero para que los deadlines fijados por los asesores de Piñera se cumplan: el 8 de marzo, a más tardar, el acuerdo debiera estar finalizado.

Negociando a puertas cerradas

Independiente del rol clave que ha jugado Celfin en la estrategia para que el empresario venda su participación en LAN, los Cueto han optado por armar el deal por su cuenta, manteniendo áreas compartimentadas con Piñera.

En este esquema de "puertas cerradas", un rol clave lo tiene Juan José, el segundo de los hermanos Cueto Plaza. Este ingeniero comercial de la UC es el"cerebro" financiero de la familia y suele estar a cargo de todo lo relacionado con las inversiones.

"Juan José se ha encargado de ir testeando los distintos escenarios y de evaluar la factibilidad económica de cada uno de ellos", asegura un miembro del círculo de los Cueto. Cada alternativa, en todo caso, es consultada con el patriarca de la familia, Juan Cueto Sierra, y con el vicepresidente ejecutivo de LAN, Enrique Cueto, quien es considerado el estratega de la firma aeronáutica.

A las oficinas del clan de origen asturiano, en el piso 16 del edificio Huidobro -el mismo de LAN-, se han acercado interesados en sondear un potencial negocio conjunto. La lista incluye a grupos locales y operadores del rubro.

Dentro de los empresarios chilenos se menciona a los Luksic, con quienes los Cueto son socios desde hace décadas en Minera Michilla. El gerente general de Quiñenco, Francisco Pérez Mackenna dijo, a mediados de diciembre a La Tercera  que si bien el grupo no era un experto en el negocio aeronáutico, "siempre analizamos todas las inversiones".

Además, se menciona a otro grupo local de alto patrimonio como un tercer postulante.

Comprador "natural" vs. inversionista financiero

"Para hacerse millonario con una línea aérea, primero hay que ser multimillonario". Ésa es la frase con la cual Sebastián Piñera suele bromear sobre su inversión en LAN, cuenta uno de sus cercanos. Más allá de la ironía, no está tan lejos de la realidad. Invertir en la industria aérea es una decisión riesgosa. Sus acciones son volátiles y su rentabilidad está sujeta a factores externos difíciles de predecir, como el precio del crudo, las crisis financieras y, más recientemente, la amenaza de atentados terroristas.

A las oficinas de la familia Cueto se han acercado potenciales interesados en sondear un negocio conjunto, incluyendo grupos locales y operadores del rubro. Dentro de los empresarios chilenos se menciona a los Luksic.

"Quien quiera estar en este negocio no debe tener aversión al riesgo y debe estar dispuesto a enfrentar eventos de todo tipo", asegura un alto ejecutivo de LAN.

Como ejemplo, se cita la dura prueba que significaron los atentados del 11-S para toda la a industria aérea y la reciente crisis subprime que provocó la quiebra y fusión de varias aerolíneas y que sigue impactando al mercado.

A pesar de esto, LAN es un activo que despierta interés, tanto en Chile como en el extranjero: es la novena aerolínea del mundo por capitalización bursátil. El atractivo también tiene otras razones: pertenecer a su directorio es considerado glamoroso.

En todo caso, si alguno de los interesados en entrar a la propiedad quiere tener un director, deberá desembolsar cerca de US$ 600 millones.

Los cercanos a la operación señalan que los especuladores, aquellos que entran a las compañías a un buen precio para luego vender y hacerse una pasada, están fuera de este proceso. "Para entrar a LAN hay que estar dispuesto a quedarse", dice un accionista de la compañía.

Lo cierto es que poseer títulos de la aerolínea no es mal negocio. Los dividendos son atractivos. Para tener una idea, en 2008 los Cueto habrían recibido US$ 100 millones sólo por concepto de reparto de dividendos.

Eso sí, quien quiera entrar, sea un grupo importante o un fondo de inversión, debe estar dispuesto a aceptar su condición de minoritario en la compañía y confiar en la administración de los Cueto.

¿Qué hará Piñera con LAN?

¿Un nuevo pacto?

La posibilidad de que los Cueto armen un grupo (con inversionistas locales más bien pasivos, fondos de inversión, etc.), del cual serían líderes, y compren un paquete igual o mayor al que adquirirían en solitario, es la segunda alternativa. ¿Las ventajas de un esquema de este tipo? Los Cueto mantendrían el control político -incluso podrían evaluar la conformación de un nuevo pacto de accionistas-, con un endeudamiento menor al de la primera figura.

La tercera opción, en tanto, es poco probable, aseguran cercanos a la aerolínea, porque implicaría que los Cueto invitaran a la propiedad a un gran operador de la aviación para ir por el porcentaje de Piñera e, incluso, por más. ¿El problema de esta fórmula? El nuevo actor querría tener injerencia en la administración, lo que hoy no ocurre. Entre las compañías internacionales que más suenan está British Airways -que en noviembre se asoció con Iberia- o algún grupo aeronáutico latinoamericano. Quienes mencionan esta posibilidad, destacan la reciente asociación con la brasileña TAM, con la cual LAN compartirá vuelos en territorio argentino.

Si bien son tres las alternativas sobre la mesa, existe una mínima posibilidad de que el acuerdo se realice dentro del pacto Piñera-Cueto. En este caso, el traspaso se haría por una venta directa, pero esto implicaría comprar el 26,3% a Piñede en un sólo paquete, por lo que estaría prácticamente descartado.

Fase dos: se abre la temporada de caza

Una vez despejada la negociación entre los Cueto y Piñera -y que el clan de origen ibérico defina qué porcentaje de la primera opción adquirirá-, el empresario quedaría en libertad de acción para vender de la manera que estime la participación accionaria restante.

Si la fórmula se mantiene como hasta ahora, el porcentaje que quedaría disponible -12% a 16%- sería vendido en pequeños lotes.

Como los plazos son acotados, es posible que ambas operaciones -acuerdo con los Cueto y negociación de Piñera con terceros- se superpongan en el tiempo.

Una vez despejada la negociación entre los Cueto y Piñera -y que el clan de origen ibérico defina qué porcentaje de la primera opción adquirirá-, el empresario quedaría en libertad de acción para vender de la manera que estime la participación accionaria restante.

En esta fase, se abriría un libro de órdenes de compra, en el que cada interesado inscribiría el número de acciones que desea adquirir. Este procedimiento debiera estar a cargo de Celfin, el banco mandatado por Piñera para deshacerse de LAN. La recepción de órdenes se haría tanto en Chile como en el exterior, ya que existe al menos un fondo internacional de private equity (sociedad formada por capitales privados) que habría manifestado su interés por entrar a la propiedad de la línea aérea.

En esta etapa podrían ofertar por una parte del paquete las AFP, que poseen una pequeña presencia en la firma aérea y fondos de tamaño mediano, como Moneda Asset. De hecho, Celfin se reunió hace un mes en sus oficinas con una serie de inversionistas locales, donde expuso respecto de LAN y sus perspectivas. Entre los invitados había representantes de fondos y también inversionistas institucionales, como compañías de seguros y AFPs.

Una fundación para Chilevisión

Avanzados están los trámites para crear la fundación que estará a cargo del canal Chilevisión, cuyo propietario en un 100% es Sebastián Piñera.

El empresario ya decidió mantener este medio de comunicación, pero con un directorio "independiente y pluralista", como aseguran en el entorno del candidato.

El estudio Barros&Errázuriz se encuentra afinando los detalles para formar una institución para el fomento de las artes y la cultura, cuyo principal tarea será nominar y supervisar al directorio de la estación de TV.

Aun cuando no han sido contactados, la idea es que la mesa del ex canal universitario esté compuesta por personalidades de distintas disciplinas, incluyendo a un par de premios nacionales.

En cualquier caso, el "hombre fuerte" del canal seguiría siendo Jaime de Aguirre, y se mantendría la actual plana ejecutiva.

Otro de los activos que están en proceso de enajenación es la participación de Piñera en la Clínica Las Condes. Si bien la operación está en curso, se menciona como candidatos a comprar el porcentaje del empresario a su socio en el establecimiento, Andrés Navarro, o el grupo Banmédica, controlado por Fernández León y el grupo Penta.

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