Por Lorena Rubio y Antonieta de la Fuente Noviembre 28, 2009

Cuando tenía 8 años Eliodoro Matte Larraín (64) se cayó desde un caballo que montaba en el fundo que su familia tenía en Las Cabras. No se quejó ni lloró, pero estuvo dos días sin hablar, recuerda un miembro de su círculo más íntimo.

Y aunque perdió el miedo a los caballos -monta cada vez que puede en el fundo Aguas Blancas, cerca de Los Ángeles-, mantuvo la reserva como una constante en su vida. Dicen que habla poco. Los que trabajan con él indican que siempre tiene la última palabra. "Conozco ejecutivos que tiemblan antes de presentarle un proyecto, porque saben que si no está bien hecho, tendrán que partir de nuevo", cuenta un antiguo colaborador. Eso sí, es difícil ver al "rucio", como le dice su madre, exasperado. A lo más, cuando algo le molesta "refunfuña" un poco: es, más bien, su gestualidad la que denota su irritación. "Los que lo conocen sienten de inmediato esa sensación de distancia y un cambio en su mirada, cuando algo no le parece bien", dice otro de sus cercanos.

En las reuniones sociales no es el que se queda hasta más tarde y nunca fue un eximio bailarín. Pese a ello, varios recuerdan todavía la fiesta que hizo en su casa cuando cumplió 60 años. Hubo 150 invitados y el evento estuvo animado por Banda Ancha, un grupo de ex alumnos del Saint George que toca covers en vivo.

Saxofón y carreras de autos

Aunque no lo parezca, el gusto por las emociones fuertes fue un elemento clave en su juventud. Un amigo de la infancia recuerda que el presidente de la Papelera solía correr en auto. Competía, recuerda este cercano, en un Austin Mini que hacía rugir en una pista de Los Dominicos. "Era bien arriesgado", sostiene. El gusto por los vehículos lo mantiene hasta hoy, así como por el esquí y el tenis.

Las carreras, eso sí, las dejó por completo: se remite a manejar él mismo el jeep Land Rover en el que se mueve por Santiago.

Pero correr en Mini Cooper no es lo único que dejó de hacer el segundo de los Matte Larraín. Desde adolescente y hasta entrar a la universidad tocaba el saxofón. "Le encantaba", cuenta alguien que lo conoció en esos años. La afición, asegura un cercano al clan Matte, surgió en el colegio Saint George. En ese lugar, más que por ser un destacado deportista, se distinguió por su inclinación por la música y por ser un entusiasta miembro del grupo de teatro "Los Moreau", a cargo del padre Jorge Cánepa. De esa agrupación saldrían el actor Héctor Noguera; el director de teatro Juan Pablo Donoso; el documentalista David Benavente y el director de teleseries Vicente Sabatini, entre  otros.

Su gusto por el instrumento de bronce se mantuvo hasta que entró a Ingeniería en la U. de Chile, cuando dejó de practicarlo para dedicarse completamente a los estudios. ¿Por qué eligió la U. de Chile? Un amigo de esa época afirma que quería un ambiente más plural y diverso, pues sabía que venía de un entorno privilegiado. En esos años, su familia ya era rica y sus amigos de universidad, cuando iban a estudiar con él, lo molestaban diciendo que su casa de El Golf 183 era "el Palacio Matte".

Es melónamo. Posee una gran colección de música, y su gusto está enfocado en la clásica, especialmente la ópera. Es de los que van a Londres y NY y no se pierden la función que se esté dando en ese momento. ¿Sus preferidos? Mozart y Wagner, sobre todo este último.

El cine es un pasatiempo para él, y si bien no es un gran consumidor de literatura, "se devora" los ensayos históricos y todo lo relacionado con políticas públicas y economía.

De Chicago a la Papelera

Matte aterriza este fin de semana en Santiago. Los días pasados fueron intensos. Tras diez meses de sigilosas conversaciones, cerró uno de los negocios que lo tienen más orgulloso. La compra de una planta de celulosa del grupo Aracruz en Guaíba -extremo sur de Brasil-, junto con bosques y viveros. La emoción de cerrar un negocio de US$ 1.400 millones lo llevó incluso a viajar a Brasil después de 10 años sin pisar esas tierras.

Al estado de Rio Grande do Sul lo acompañó su hijo Jorge,  quien a los 27 años se está formando al alero de la gerencia de Finanzas de CMPC y concurre a los directorios de las filiales del grupo. Según algunos, Jorge debiera ser el sucesor natural de Eliodoro. Y no es que el patriarca esté pensando en retirarse. Pero sí ha comentado a sus cercanos que el 5 de noviembre de 2010 es una fecha simbólica: cumple 65 y quiere dedicarse más a gozar su vida.

No es que el segundo de los hermanos Matte Larraín esté pensando en retirarse. Pero sí ha comentado a sus cercanos que el 5 de noviembre de 2010 es una fecha simbólica: cumple 65 y quiere dedicarse más a gozar su vida.

En simple, estar más tiempo en su fundo del Alto Biobío -donde cría caballos de salto ingleses y pasa la mayor parte de los veranos-, y dedicarle más horas al CEP, el think tank que lo apasiona en estos días. Al menos ésa era su intención hasta antes de la compra en Guaíba.

Eso sí, como siempre, Matte meditará sus próximos planes con calma y detalle. Lo metódico y riguroso son algunas de sus características. Y aunque algunos lo tildan de "fome", sus amigos rescatan cierta gracia para contar anécdotas y el interés por estar -casi como una obsesión-permanentemente informado. Eso sí, analiza los pros y contra de cualquier decisión. Mentalidad de ingeniero, dicen quienes lo conocen.

En 1976, aceptó incorporarse al directorio de la Papelera. Su padre, Eliodoro Matte Ossa, quien ya tenía 71 años,  planeaba su retiro y su primogénito había sido preparado para sucederlo. De niño, su padre lo llevaba junto a su hermana Patricia, a conocer la entonces pequeña fábrica de sacos y de papel que antecedió a CMPC. Aficionado al bridge y poco llevado a los convencionalismos, Matte Ossa (1905-2000) nunca terminó sus estudios. Pero era un experto en finanzas y comenzó comprando en Bolsa sólo un 2% de la Papelera para llegar al 55% durante el gobierno de la UP. "Eliodoro fue formado, junto con Bernardo, para hacerse cargo de la empresa".

Por ello, además de estudiar Ingeniería Civil en la Universidad de Chile, fue uno de los pocos hombres de su generación que hicieron su MBA en Negocios en Chicago y no en Economía, como la mayoría de sus coetáneos. Su primer desafío como miembro del grupo Matte fue echar a andar la Financiera Melón S.A., antecesora del banco BICE, hoy controlado por el clan. Una vez instalado en la gerencia general, en 1986, se encargó de profesionalizar al equipo ejecutivo y de ampliar el mercado de la compañía. ¿Objetivo? Convertir a la Papelera en una empresa global y competitiva. Ahí se acordó de sus ex compañeros en la Universidad de Chile, quienes hasta hoy ocupan puestos en los directorios de la firma y constituyen su grupo de amigos más cercanos. El primer negocio fue la compra de Inforsa, entonces en liquidación. Luego vendría la puesta en marcha de la Planta Pacífico, hasta hoy una de  las unidades emblemáticas de CMPC.

Ranking de negocios: Matte íntimo

Pinochet y el CEP

Un episodio desconocido en la trayectoria del presidente de la Papelera es su paso por el gobierno militar. Recién llegado de Chicago y tras una breve estada en la academia -hizo clases de Finanzas Internacionales en la UC-, recibió un llamado para integrarse al gobierno que encabezaba Augusto Pinochet. Del otro lado de la línea estaba el coronel de Aviación, y médico, Alberto Spoerer, por esos años ministro de Salud y cercano a la familia Matte, quien le pedía incorporarse a esa cartera. Entonces, un joven Eliodoro de 29 años aceptó la propuesta e ingresó a la Sociedad Constructora de Recintos Hospitalarios del Servicio Nacional de Salud (SNS). Más tarde sería destinado a Laboratorios Chile, en ese entonces estatal, donde inició un reordenamiento, que prepararía a la firma para ser privatizada, como ocurrió en los '80. Según un cercano al presidente del CEP, en esos años ser convocado al gobierno era "un orgullo y se entendía como un servicio al país de primer orden".

Matte nunca ha desconocido su admiración por la obra del régimen militar y, de hecho, fue uno de los empresarios que viajaron a Londres, mientras el general Pinochet se encontraba detenido. El día del funeral del uniformado, el timonel de CMPC se refirió a él como "el padre del Chile moderno".

No obstante, un cercano al hombre de negocios advierte que la postura de Matte frente al ex gobernante es "ambivalente": aunque reconoce la transformación realizada por el uniformado, califica como una "sombra" lo ocurrido en materia de DD.HH. Otro miembro del círculo íntimo del presidente de CMPC, sostiene que lo ocurrido con las platas del Riggs le produjo un gran distanciamiento respecto de la figura de Pinochet.

Este cercano recuerda que otro reflejo de la postura más "de centro" que ha ido configurando Matte es su principal orgullo: el CEP. Si bien surgió en los '80 como un generador de políticas públicas -fue fundado por partidarios del régimen-, con los años, este centro de estudios se transformó en el soporte académico de todos los gobiernos de la Concertación, operando como bisagra entre el progresismo y la economía más ortodoxa. En las últimas semanas, Matte ha encabezado las negociaciones para convertir al think tank chileno en socio de la Universidad de Chicago en el país. Se trata de una conversación que recién comienza, pero que podría tener en Chile a los departamentos de Astronomía y Economía de la universidad estadounidense.

El grupo de los 9

Reservado, solitario e incluso tímido, Eliodoro no es un hombre que viva rodeado de amigos. Su núcleo más cercano viene desde sus años como estudiante de la Universidad de Chile. Se trata de un grupo de nueve amigos, todos ex compañeros de la Facultad de Ingeniería, a los que solía invitar a la casa de su familia en Los Vilos o a la laguna en el terreno de los Matte en La Dehesa.

Un cercano al hombre de negocios advierte que la postura de Matte frente a Pinochet es "ambivalente": aunque reconoce la transformación realizada por el uniformado, califica como una "sombra" lo ocurrido en materia de DD.HH.

El grupo se reúne hasta el día de hoy por lo menos una vez al año a conversar de la vida y debatir los mismos temas que los apasionaban a los 20 años: las políticas para impulsar a Chile al desarrollo y la promoción de la libertad económica. Su última reunión fue hace dos semanas en un restaurante de BordeRío. Hasta allí llegaron Patricio Claro Grez, que también es primo del empresario; Jorge Hurtado Garretón, director de Embotelladora Andina; Andrés Infante Tirado, director de Inforsa; Paul Spiniak -quien estudió en Chicago con él- director de Almendral; el empresario inmobiliario Raúl Ducci; Patricio López-Huici, vicepresidente de Inforsa; Arturo Mackenna, gerente general de CMPC -la verdadera mano derecha de Matte en sus negocios- y, Eliodoro. Joaquín Risopatrón, otro del grupo de ex compañeros, murió el año pasado.

Comieron pescados y carnes. Matte volvió a comentar que no le gusta el salmón y como es su costumbre, tomó una copa de cognac francés como bajativo, acompañada por sus puros favoritos, marca Davidoff. La reunión se alargó desde las 14:30 hasta las 19:00 horas.

Con varios de ellos se ve permanentemente. Son directores de algunas de las empresas del grupo. Quienes lo conocen aseguran que esto es así porque Matte privilegia a personas de confianza en los cargos estratégicos. "No se trata de amiguismo -aclara un cercano al empresario-. Él coloca gente especializada en determinados temas, que puede aportar desde los directorios", aclara. "Es un tema estrictamente profesional".

Con los años, ha cosechado nuevas amistades. León Vial, dueño de LarrainVial, es una de ellas. Se hicieron amigos esquiando en La Parva, centro de esquí del que ambos son dueños. Otro de sus amigos del mundo financiero es el socio de Celfin Jorge Errázuriz. Se conocieron cuando el Banco BICE firmó una alianza estratégica con el banco de inversiones inglés del grupo Rothschild. Por esos años, Errázuriz trabajaba en el BICE y fue clave en la operación. La cercanía perdura hasta el día de hoy. De hecho, hace diez días comieron juntos en un restaurante de París, ciudad en la que coincidieron por negocios.

Ranking de negocios: Matte íntimo

Religión, política y Legionarios

De los tres hermanos Matte, Eliodoro es lejos el más devoto. Durante este mes reza todos los días la oración del Mes de María, costumbre que tiene desde hace años junto a su señora, Pilar Capdevila. Su fervor religioso, explica un cercano, viene de su madre, "Marita" Larraín. Desde chico ha sido muy apegado a ella. Quienes conocen a la familia aseguran que ella es la verdadera jefa del clan. "Es una mujer sumamente dulce", afirma un cercano.

"Ella le ayudaba en las tareas de francés, una de las materias que más le costaban", rememora un familiar. La misma fuente asegura que Eliodoro era de los que se angustiaban si se sacaba una mala nota. En esos años, su hermano Bernardo, 14 años menor, lograba sacarlo de quicio con su desorden, pues Eliodoro "tenía horario para todo".

Su compromiso con la Iglesia quedó plasmado especialmente en la visita del Papa Juan Pablo II a Chile en 1987. Matte fue uno de los principales financistas de la iniciativa y a partir de esa experiencia nació la Fundación Juan Pablo II, que entrega apoyo a personas de escasos recursos que quieran estudiar en la UC. También conoce al actual Pontífice. En 1988, cuando Joseph Ratzinger era prefecto para la doctrina de la fe del Vaticano, visitó  Chile y sostuvo un almuerzo con Agustín Edwards y Matte, además del ex ministro del Interior de Pinochet Ricardo García, entre otros.

Su cercanía con el mundo religioso tuvo una polémica. Específicamente con los Legionarios de Cristo. Si bien siempre se le ha asociado con este movimiento, en su entorno aseguran que nunca ha pertenecido a ningún grupo religioso. Como sea, sus vínculos con los legionarios lo tuvieron en el ojo de la tormenta cuando en 2002 protagonizó una fuerte disputa con el entonces rector de la Universidad Finis Terrae, Pablo Barahona, por el futuro de la casa de estudios. La controversia culminó con la salida de Matte y de su amigo Juan Obach del consejo directivo y expuso en los medios durante varios meses al dueño de CMPC, algo que le molesta profundamente. Un miembro de su círculo más íntimo asegura que "no es correcto decir que ahora se alejó, si nunca fue tan cercano". Sin embargo, un amigo que vivió junto a Matte ese período indica que "la pelea por la Finis lo desgastó mucho y produjo un enfriamiento en su vínculo con los legionarios". Pese a esto, mantiene cordiales relaciones con el sacerdote legionario John O'Reilly, quien suele ir a comer a la casa del empresario.

¿Se posterga el recambio?

Eliodoro no estaba tan convencido de comprar la planta de celulosa en Brasil. "Sabía que era un activo de primer nivel, pero lo encontraba un poco caro", recuerda un cercano que supo de la transacción desde sus inicios. Fue el menor de los tres hermanos, Bernardo, quien estaba entusiasmado con la idea, y sabía que la operación implicaba ingresar a las grandes ligas. Como buen ingeniero, tras estudiar los flujos a futuro y la producción de celulosa que CMPC fabricará en Guaíba, Eliodoro se convenció. "Tuvo que aceptar que ingresar a un mercado tan grande y protegido, como Brasil, cuesta caro. No hay manera de que salga barato", dice un conocedor de la operación.

En las últimas semanas, Matte ha encabezado las negociaciones para convertir al centro de estudios chileno en el socio de la Universidad de Chicago en el país. Se trata de una conversación que recién comienza, pero que podría traer a Chile a los departamentos de Astronomía y Economía de la universidad estadounidense.

Pero la compra en Rio Grande do Sul no sólo se convirtió en el negocio del año, sino que produjo un cambio más profundo en el presidente del CEP. "A Eliodoro le volvió la vitalidad y la pasión por los negocios", asegura un miembro de su familia.

Tras dos años de dedicarse a preparar los cambios en el gobierno corporativo -que involucraban el aterrizaje de la tercera generación de los Matte, incluyendo a sus hijos y los de sus hermanos-, "se dio cuenta que todavía tiene energía y proyectos que hacer", cuenta uno de sus amigos. Sobre todo porque además de ser un negocio de miles de millones, implica estar encima de la operación por al menos cuatro o cinco años, hasta que madure. Las perspectivas del negocio son más que buenas. El presidente para América Latina de International Paper, Máximo Pacheco Matte (primo de Eliodoro) asegura que la compra no pudo ocurrir en mejor momento. "La decisión del grupo Matte llega en un minuto expectante para la economía brasileña, porque creo que los próximos  años serán tal vez los mejores de la década", sostiene.

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