Por Carlos Lavín Subercaseaux* Octubre 17, 2009

Antes de realizar una inversión inteligente, el inversionista debe hacerse 4 preguntas claves:

1-¿Qué rentabilidad espera?

2-¿Cuál es la volatilidad que puede tolerar?

3-¿Cuál es el plazo de la inversión?

4-¿Cuáles son las condiciones de salida?

A cada minuto estamos tomando decisiones de inversión, puesto que utilizamos el bien más preciado: el tiempo. Por eso, si tengo que escoger entre salir con Carola o con María, debo hacerme las mismas preguntas. La rentabilidad será el nivel de gusto por una de las féminas: debo resolver si me gusta más la belleza de María o el intelecto de Carola. A lo mejor Carola es tremendamente interesante en espacios repartidos de la velada y en el resto tremendamente aburrida, versus María que es más pareja. ¿Cuánto durará la travesía? ¿Será una ida a un bar, una comida o una fiesta de matrimonio de 9 horas desde la espera de la novia hasta el final de la fiesta? ¿Cuáles son las condiciones de salida? Tal vez del bar me puedo retirar con más facilidad que de la fiesta de matrimonio. Es decir, si me aburro como una ostra (pierdo rentabilidad), con qué facilidad deshago el trade y me contacto con Antonia que está en un club sola, con ganas de divertirse y sin pedir nada a cambio.

La decisión de salir con alguien en una velada es relativamente fácil, fundamentalmente porque los recursos invertidos son bajos, la liquidez es abundante (se puede deshacer fácilmente el trade) y, en caso contrario, ir a término con el "producto" no resulta ser tan costoso.

Sin embargo, la situación cambia si yo le propongo un producto de las siguientes características: en términos de track record el 50% de los inversionistas históricos pierde el subyacente (subyacente es el activo que tiene el producto, por ejemplo, la acción Coca Cola). Existen condiciones de salida, pero con comisiones que pueden llegar a quitarle una buena fracción de sus ingresos por un tiempo no especificado al inicio de la transacción, además de algunos castigos socioculturales producto de enseñanzas tradicionales con más de dos mil años de antigüedad, cuya evidencia no está demostrada. Adicionalmente, se encontrará con otros gastos legales si resuelve salir antes de tiempo ("antes de tiempo" en el contrato significa antes de su muerte en esta vida). El producto que le ofrezco fue creado hace siglos y pensado para subyacentes con otras condiciones intrínsecas y de mercado. No existe certeza de que el activo no cambie de esencia a lo largo del tiempo y termine en algo bastante alejado de lo que usted evaluó al principio del trade. Finalmente, es muy probable que pasen otros activos por sus narices, desde luego muy atractivos y que esté impedido de adquirir, al menos por la vía legal. ¿Compraría usted el producto?

El matrimonio occidental tiene características muy parecidas a las explicadas en el párrafo anterior. Probablemente si se tratase de un producto meramente financiero, muy poca gente optaría por un diseño así. Sin embargo, se sigue optando a diario por el matrimonio como modelo de inversión de vida, a pesar de los calamitosos resultados. Así como la opción de salir con María o Carola es una decisión de inversión, con mayor razón lo es el hecho de decidir con quién apuesto a pasar bajo el mismo techo una buena parte de los años siguientes.

Pero el ser humano es irracional. Un amigo tardó una semana en resolver si aceptaba una cita a ciegas de unas cuantas horas. Sin embargo, años más tarde, resolvió en 365 días pasar el resto de los días junto a su polola. Si dividimos las horas en que mi amigo pensó en salir con la chica por el tiempo estimado de la salida nos da 3.360%, sin embargo la relación entre tiempo de pololeo -mientras resolvía si se casaba- y la esperanza de vida de mi amigo es sólo de 2,5%. Las relaciones (tiempo de evaluación/duración de la inversión) están muy alejadas. Algo no está funcionando.

El modelo del matrimonio actual está caduco y como inversión es poco atractiva. Fundamentalmente porque las condiciones de mercado han cambiado y porque las expectativas están más altas de lo que en realidad son.

Las condiciones son otras, porque hoy la mujer trabaja y tiene ingresos, que le permiten deshacer el deal con menos barreras. A su vez, los derechos sexuales entre hombres y mujeres están prácticamente equiparados y las tentaciones existen para ambos lados. Análogamente, el sistema fue diseñado para expectativas de vida sustancialmente menores que las actuales. Los cambios en los hábitos alimenticios y la evolución de la medicina han permitido una existencia más larga y en mejores condiciones. El producto "matrimonio" fue diseñado cuando había otros activos, otras normas sociales y plazos diferentes a los actuales.

El tema de las expectativas es evidente: por eso Walt Disney, muy hábilmente, terminó la historia de la Cenicienta y el príncipe el día del matrimonio. De lo contrario habría dejado de ser un cuento infantil para convertirse en un tratado de terapia de pareja. Cada vez que asisto a las fiestas de matrimonio me pregunto si no será más sensata una peregrinación en masa al templo de San Expedito para que las cosas funcionen en el futuro.

La vida en pareja no es un pololeo, los problemas se arrastran hasta el lugar de descanso y, como todo lo rutinario, cansa y desgasta. Los niños son, al igual que lo fuimos todos, un tema en general lleno de problemas y hoy no es como antes, donde la educación del día a día estaba en manos del internado o de institutrices.  La crianza desgasta en tiempo y recursos.

¿Qué hacer para que el matrimonio sea una inversión rentable? En mi opinión, sincerar el deal. El banquero no puede prometer rentabilidades que no existen o que sólo se dan para muy pocos casos. El deal se sincera ajustando el producto a los tiempos actuales. En mi próximo artículo propondré medidas para mejorar la Tasa Interna de Retorno del matrimonio. Mientras tanto, mi recomendación es no comprar bajo los estándares actuales o dilatar al máximo la decisión, tal como me dijera mi abuelo en el pasado: "Carlitos, arranca como conejo".

* Director de empresas y conductor de Información Privilegiada de Radio Duna

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