Por Alejandra Costamagna, escritora Enero 21, 2015

Fue noticia en 1993: un comando del Movimiento Juvenil Lautaro asaltó la sucursal del Banco O’Higgins del centro comercial El Faro de Apoquindo, en Santiago. Los lautaristas intentaron huir en una micro, pero fueron masacrados por la policía a los pocos minutos. El caso ahora, en manos de la dramaturga, actriz y directora Isidora Stevenson, es ficción: Hilda Peña, monólogo interpretado de manera espléndida por Paula Zúñiga, toma como punto de partida la noticia de los años noventa para abordar la historia íntima de uno de los asaltantes. Más que la historia del asaltante, en realidad es el relato en primera persona de su madre adoptiva. Se trata de una peluquera de barrio sin parientes ni mayores afectos, que de pronto se encariña con un muchacho de la calle y lo lleva a su casa y lo educa y lo cría como el hijo que nunca quiso tener. Es el día del asalto y la mujer se entera de la noticia por la televisión. Stevenson transmite con sutileza el dolor y la confusión de la mujer ante esta muerte inesperada. Y Paula Zúñiga se involucra con su personaje en una actuación tan conmovedora que dan ganas de acercarse y consolarla cuando se le acaban las palabras. O de sentarse a llorar con ella. La obra, dirigida por Aliocha de la Sotta, fue una de las más aplaudidas de la última Muestra de Dramaturgia Nacional, y ahora vuelve, en una breve temporada, al Centro Cultural GAM.

“Hilda Peña”: hasta el 1 de febrero en el GAM.

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