Por Alejandra Costamagna, escritora Mayo 7, 2014

Las protagonistas de YO, el debut en la dirección teatral de Nicole Senerman (El año en que nací, Cristo), son actrices y hablan de sí mismas durante una hora y veinte minutos. Presentada así, podríamos pensar que se trata de una obra limitada al circuito teatral o un puro despliegue de egos. Pero no. Las actrices Fernanda Urrejola y Natalia Grez recurren a su oficio y a sus materiales biográficos para abordar, experimentalmente, un tema que nos incumbe a todos: la construcción de una identidad, de un “yo” en permanente conflicto. Memoria y olvido, infancia y adultez, ficción y realidad aparecen en este registro de dramaturgia colectiva como ejes a partir de los cuales el presente cobra sentido. ¿Quiénes somos para nosotros mismos y para el resto? ¿Cómo llegamos a ser lo que somos hoy? ¿En qué nos hemos convertido? ¿Y qué pasa si no me acuerdo? Las preguntas van articulando escenas fragmentadas donde las dos mujeres son también espejos de sí mismas y de quienes las observan. De nosotros (el público), pero también de un tercer actor que varía en cada función: un cibernauta elegido al azar, que chatea en directo con las actrices, y cuya imagen va siendo pintada por una de ellas en un atril. El retrato es expuesto al final de la obra en los muros del teatro, de modo que al término de la temporada en el Centro Cultural Estación Mapocho habrá un completo registro visual de este elenco suspendido en el azar. YO es un montaje fresco y honesto, que cuestiona certezas, discursos y formatos.

“YO”, en el Centro Cultural Estación Mapocho hasta el 18 de mayo.

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