Por Alejandra Costamagna, escritora Marzo 19, 2014

La dramaturga y poeta Begoña Ugalde (La virgen de las antenas) viene abordando desde hace años un tema que no suele aparecer en los escenarios locales: los usos y costumbres de la clase alta chilena. Así lo hizo en ABC1, coescrita junto a Pablo Paredes, y así lo retoma en Yo nunca nunca, obra que además se anima a dirigir y que es presentada en el teatro Lastarria 90 como parte del ciclo Lápiz de Mina. Se trata de una comedia que pone énfasis en las contradicciones discursivas de seis mujeres adineradas, cuyos perfiles difieren notoriamente. Todo ocurre durante una noche, en un lujoso y aislado departamento, donde las mujeres celebran la despedida de soltera de una amiga en común. Las seis, a la larga, terminan siendo igualmente insufribles: la actriz frívola, la esotérica pachamámica, la feminista empantanada en la teoría, la prima chora, la ingenuísima novia y su hermana recién divorciada. El matiz lo pone la empleada doméstica (Josefina González, chispeante en su rol) que las atiende, y escucha desde su reclusión en la cocina los diálogos discriminadores y a ratos patéticos de las invitadas. Es ella quien detona el inesperado desenlace, tras la llegada del vedeto contratado por la dueña de casa. Aunque a ratos los perfiles de los personajes bordeen la caricatura, ésta es una comedia que va deslizando, bajo la superficie, una mirada incómoda sobre el clasismo, la homofobia, el conservadurismo y los múltiples discursos de exclusión social en el Chile del siglo XXI.

“Yo nunca nunca”: Lastarria 90 hasta el 18 de abril.

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