Por Yenny Cáceres Junio 11, 2015

© Phil Knott

Es una estrella del mundo de la música clásica. Virtuoso violinista, ganador de un  Grammy, interpretó la premiada banda sonora de la película El violín rojo y, como si eso no bastara, ahora es el director musical de la Academy of St St Martin in the Fields, una de las orquestas de cámara más prestigiosas del circuito. Pero Joshua Bell es también el violinista del metro. La estrella que aceptó un experimento que le propuso The Washington Post y se instaló a tocar de incógnito, escondido bajo una gorra de béisbol, con su Stradivarius de 1713 en un metro de Washington. Contra todos los pronósticos, pocos repararon en su presencia y apenas recaudó 32 dólares con 17 centavos.

Bell está de vuelta en Chile en el CA 660, pero a diferencia de sus anteriores visitas, esta vez lo veremos en su faceta de director, junto a la Academy of St St Martin in the Fields y con dos programas. La primera noche (sábado 13) promete un repertorio más popular: la obertura de Las bodas de Fígaro, de Mozart;  el Concierto para violín Op. 64 de Mendelssohn, y la Sinfonía Eroica, de Beethoven. La segunda jornada (domingo 14) puede ser del gusto de oídos más exigentes: Prokofiev, la Séptima Sinfonía de Beethoven y el Concierto para violín N° 1 de Max Bruch. De seguro, una obra pensada para el lucimiento de Bell y que, a diferencia de su experimento en el metro, no dejará a nadie indiferente.

Joshua Bell  y la Academy of St Martin in the Fields: sábado 13 y domingo 14 de junio, en el Centro de las Artes 660.

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