Por Marisol García Diciembre 3, 2014

Trazar una línea que una los puntos junto a los nombres relacionados. Partir en Lisa Stansfield, avanzar por Corinne Drewery (Swing Out Sister) y Tracey Thorn, y así hasta llegar a Jessie Ware. Inglesas pálidas de garganta oscura, aunque no exactamente soul. Cantantes cómodas en el pop si es que éste es cadente. Mujeres atractivas reacias a la erotización de su audiencia, aunque sugerentes, cómo no. Jessie Ware pudo quedarse en el one-hit-wonder que hace dos años presagiaba su estupendo single “Wildest moments”, pero en el nuevo disco Tough love la colección de canciones es la de una intérprete asentada como tal, segura, capaz de sostener cuarenta y tres minutos de música que es justo ubicar entre lo mejor del año. La que canta es una mujer adulta, a la que la opción por ser sobria no le quita intensidad. Es un equilibrio raro y atractivo, que conmueve con facilidad, y que se asoma en el llamado de “Want your feeling” o en la advertencia de “Tough love”. Voz triste pero algo desafiante, base rítmica firme, secuencias nada estridentes. Hay ritmo y carácter, y una sensualidad apenas contenida -un género en sí mismo, a estas alturas-, que por supuesto recuerda a Sade en su elegancia. “En el extenso campo de glúteos que se ha convertido hoy la música”  -apunta una periodista en El País-, Jessie Ware esconde la piel y rehúsa los contorneos evidentes, y dice lo que quiere con confianza. Es, por eso, irresistible.

“Tough love”, de Jessie Ware (Universal Music). En iTunes, Spotify y Deezer.

Relacionados