Por Marisol García Noviembre 19, 2014

No es sólo que las nuevas canciones de Paz Court (29) sean románticas. Es que además suenan coquetas, enamoradas, sexis, como rara vez suenan las canciones compuestas en Chile. Unos versos cualesquiera, para hacerse una idea: “… enredémonos los cuerpos como gatos / y pasemos la mañana devorándonos […] / Comernos sin poder parar / comernos la vida entera sin un descanso”. El luminoso Cómeme, el primer disco como solista de una de las cantantes jóvenes más versátiles en actividad y de ya largo oficio en proyectos colectivos, la instala en un tipo de pop vivaz e íntimo con el que Paz Court parece especialmente cómoda.

“Son canciones compuestas en un estado de enamoramiento, de gran felicidad, y me encanta que hayan quedado como fotografía de una etapa… más allá de que esa idea de encontrar al príncipe azul luego no perdure -sonríe-. A diferencia de otros cantautores, si estoy triste y despechada es difícil que me salga una canción. El amor me eleva, me inspira, y naturalmente me salen canciones”.

-¿No hay pudor? Pienso en las letras, pero también en la decisión de hacer un disco asumido de pop, viniendo tú de una formación y oficio en el jazz.
-El disco es parte de un proceso personal intenso, en ese sentido. De sacarme muchos prejuicios, de estar dispuesta a exponerme más, de buscar una cierta verdad y honestidad entre lo que hago y quién soy. Vengo no sólo de un tiempo de bandas (Jazzimodo, Tunacola), sino también de shows en los que he asumido personajes (Los viudos de Marilyn, Divas del cine). Hacer un disco solista es ser ciento por ciento tú, con tus debilidades, tus fortalezas, tu manera de pensar. No hay dónde esconderse.

-¿Se canta de otro modo cuando se quiere cantar para una audiencia más amplia?
-He cambiado de lugar tantas veces que no me extraña que mucha gente me vea aún como “artista emergente”. Antes de hacer este disco pensé que mi lugar ya no era el under, que debía salir más a la luz. Trabajar con Andrés Landon como productor fue fundamental en ese camino. Él me invitó a dejar de intentar ser perfecta, tan “cantante”. Su consejo fue: “Deja, suelta, confía, acepta”. Y me gusta, porque eso es parte de la honestidad que está en el disco.

Paz Court en vivo: sábado 22, Club Chocolate (Ernesto Pinto Lagarrigue 192, Barrio Bellavista).

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