Por Gonzalo Maier Septiembre 24, 2014

Será que uno viene de donde viene, pero las independencias y los nacionalismos huelen a naftalina y libros viejos. Quizá por lo mismo, y tal como sucede con las causas perdidas, uno irremediablemente se pone de su lado y se pilla sonriendo frente a la senyera catalana o al león de Flandes. El asunto viene a cuento porque los muchachos de A Sunny Day in Glasgow -que no son escoceses, sino gringos- hace poco estaban felices porque su nuevo disco era una maravilla, pero la semana pasada figuraban pateando piedras en Twitter por culpa del referéndum en Escocia. No se puede tener todo en la vida, sobra decirlo, pero entre un gran disco y un paso fronterizo no hay dónde perderse. Sea When Absent, en todo caso, son once canciones que vienen como anillo al dedo para la primavera: guitarras distorsionadas y pegotes, olor a bronceador y un pop sucio y melódico. Grabado por correo electrónico y con una formación que depende un poco del ánimo de Ben Daniels, su líder espiritual, A Sunny Day in Glasgow acaba de lanzar un disco hermoso y soleado, toda una declaración de independencia en el país del ruido, el shoegaze y la distorsión. Llegó la hora de subir el volumen, compatriotas.

“Sea When Absent”, de A Sunny Day in Glasgow.

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