Por Macarena Lavín Septiembre 16, 2014

No pasa ni un minuto de la primera canción, cuando Álvaro Ramírez canta “siempre habrá un motivo para celebrar” y es lo que define el disco y sus presentaciones en vivo. Cuando Ram y los Mixes suben a los escenarios, apenas caben cómodos, pero la fiesta que arman es tal, que se transforma en un festejo inolvidable. Eso habla también de sus orígenes como banda. Bajo el nombre de Ramixes, partieron en 2010 tocando covers de la edad dorada del soul en las fiestas del Bar Loreto Soul o Muerte!. Luego pasaron dos años grabando el repertorio propio, hasta que salió Presentando..., nombre que alude a los años 60 y las grandes bandas. 

Del soul están los bronces, los coros, el órgano y las buenas guitarras, que le dan consistencia y majestuosidad a la voz convincente de su líder, Álvaro Ramírez (ex vocalista de Ramires!), haciéndose indispensables unos para los otros. Sus raíces en el mundo garage, como las de varios otros integrantes, hacen que el sonido se escuche más crudo dentro de la sofisticación; que el punk entre también en escena, y que los coros sean más desgarbados y juguetones. Uno de los mejores cruces del rock y el soul se da en “Río arriba”, una canción que va en subida y no por nada es la que cierra el disco, y a modo de clímax, remata con “voy a tocar el cielo, voy a llegar tan alto”. Y es en serio.

“Presentando...”, de Ram y los Mixes.

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