Por Macarena Lavín Junio 19, 2014

La música de Clap Your Hands Say Yeah se ha ido oscureciendo con el tiempo, pero se ha vuelto más elegante. Una década de carrera y tres discos previos con guitarras ensordecedoras y estridentes con una voz quejumbrosa, se demoró el cantante Alec Ounsworth en mostrar su voz más profunda y enaltecedora. Ahora poco se escuchan esas guitarras y harto los sintetizadores con mayores arreglos. Llegan así a presentar Only Run, pero sin correr en sus canciones esta vez.

 Si en el comunicado de prensa del disco el vocalista dice que se buscaba “equilibrar el optimismo frente a enormes obstáculos”, lo que se escucha es más bien un puñado de canciones tristes, aunque desde la entereza del sonido, que envuelve como la acústica de una catedral. Del hacer palmas y decir “yeah” ya no queda mucho rastro. La inquietud constante que se respiraba en las melodías, más la incomodidad y las trizas sólo se ven ahora en las letras, donde las pistas y las certezas se le escapan de los dedos. Ounsworth se escucha más cerca y vulnerable que en los álbumes anteriores. Tal vez haya sido el ejercicio de haber editado un disco solista en el camino. Él mismo lo afirma en “Beyond Illusion”: “We were born to ride alone”.

“Only Run”, de Clap Your Hands Say Yeah.

 

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