Si hay una semana del año en la que corresponda hablar acá de una obra en Broadway, es ésta. Este domingo es la  ceremonia de entrega de los premios Tony, el máximo galardón de esa industria. Y si uno fuera a escoger un musical entre los nominados en ésa, la más icónica de las categorías de esos premios, ése tendría que ser Beautiful, que recrea la vida y los muchos éxitos de Carole King. Es una producción cuyo primer gran aporte es el más evidente: la prodigiosa interpretación de Jessie Mueller, que además logra un registro vocal muy similar al de King, sin caer en la imitación.  Mueller está justamente nominada a un Tony como mejor actriz protagónica de un musical (a la que se suman otras seis nominaciones para Beautiful: mejor musical, libreto, actor y actriz de reparto, trabajo orquestal y diseño de sonido). Otro gran aporte es el repaso de la enorme cantidad de hits compuestos por King, desde “Will you still love me tomorrow”, que escribió a los 18 años junto a su primer marido, Gerry Goffin (cuya relación cruza todo este musical) al número que cierra el show, “I feel the Earth move”. 

Otro aporte es histórico: Beautiful es la crónica de una industria discográfica que ya se esfumó y cuyo retrato -glamorizado y todo- hace apreciar aún más la gracia de que quien partiera como una inquieta chica  de Brooklyn y con un aspecto muy lejano a una modelo, pueda ver hoy, a sus 72 años, cómo un musical sobre su vida y obra está a  punto de ganarse un Tony.

“Beautiful: The Carole King Musical”.