Por Diego Zúñiga Diciembre 23, 2014

Lo dice el mismo Auden en uno de los ensayos que se recopilan en su libro El arte de leer (Lumen), que acaba de llegar a nuestras librerías: “Las opiniones críticas de un escritor deben tomarse siempre con la mayor reserva. En su mayoría, son manifestaciones de su debate consigo mismo acerca de lo que debe hacer o lo que debería evitar”. Y es cierto: leemos los ensayos de W.H. Auden sabiendo que tras ellos oímos el eco de su poesía, de sus obsesiones y dudas, de sus búsquedas estéticas, políticas, religiosas, tal como ocurre con el trabajo ensayístico de poetas como T.S. Eliot o, más cerca, el de Enrique Lihn (El circo en llamas), pero descubrimos que aquí hay algo más: Auden -uno de los poetas anglosajones más importantes del siglo XX- nos recuerda, con inteligencia, por qué es fundamental el género de la crítica, por qué la lectura es un ejercicio de creatividad tan relevante como la escritura.

Podemos adentrarnos en estos textos -dedicados a autores como D.H. Lawrence, Marianne Moore, Edgar Allan Poe, Lewis Carroll, Cavafis y Shakespeare, entre otros- sin conocer necesariamente la poesía de Auden y disfrutarlos de igual manera, pues las ideas que encontramos aquí resultan iluminadoras, casi siempre contingentes, necesarias. Ensayos escritos con una prosa cercana y elegante -que tiende a construir aforismos-, que sitúan al lector en un lugar privilegiado: leemos para disfrutar, para reflexionar, pero también para crear.

“El arte de leer”, de W.H. Auden. A $16.000.

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