Por Gonzalo Maier Julio 30, 2014

Hay libros tan buenos, que ganan incluso antes de comenzar. Es decir, con los epígrafes. Y el de hoy tiene dos: uno de Barros Luco y el otro de Barros Jarpa. La ironía culinaria, por cierto, corre a cuenta de Luigi Amara, el ensayista mexicano que hace poco nos deleitó con La escuela del aburrimiento, y que ahora reaparece -Kindle mediante- con El peatón inmóvil, un volumen de ensayos que durante años fue imposible de pillar en librerías chilenas. En todo caso, y para volver un segundo sobre los sándwiches, los epígrafes no son ni de Ramón ni de Ernesto, los creadores de dos clásicos de la cafetería chilena, sino de Nicolás y José, tipos de los que ni Google sabe muchos detalles. Después de tan misterioso inicio,  Amara se detiene a pensar por qué nunca lee los libros que siempre ha querido leer, cómo es que hay tantos ladrones de encendedores, o divaga en torno a la importancia del insulto y la desnaturalización del aplauso. De un tiempo a esta parte, Amara se ha transformado en uno de los ensayistas mexicanos más interesantes, y si tienen ganas de confirmarlo, el e-book cuesta menos que un Barros Luco.

“El peatón inmóvil”, de Luigi Amara. En Amazon a  US$2.49.

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