Por Diego Zúñiga Julio 9, 2014

Todo buen libro de ensayo debiera ser siempre una bomba de estímulos, una máquina de hacer preguntas y de abrir mundos. Si a eso se suma, además, que el libro nos interpele directamente, más allá de su tema, entonces estaríamos ante una obra importante, de esas que no debiéramos dejar pasar. Rompiendo algo (Ediciones UDP), de la española Belén Gopegui (1963), es, justamente, un libro de aquellos. Porque en esta recopilación de ensayos, prólogos, artículos y conferencias de la narradora asistimos a un bombardeo de ideas, de preguntas, de cuestionamientos que incumben, por supuesto, a la literatura, pero cuyas reflexiones van siempre más allá.  Digo: no se trata de discutir, una vez más, cuál es la relación entre literatura y política, por ejemplo, sino plantearse de golpe cómo una novela puede cambiar a la sociedad, y cómo nosotros, como lectores-ciudadanos, podemos hacer algo al respecto. Una interpelación directa, también, a los escritores y al lugar desde el cual escriben, a las novelas “políticas”, a la escritura más convencional.

En estas más de 250 páginas, Gopegui despliega su inteligencia provocadora y su dominio del lenguaje para releer novelas como Rojo y negro y Manhattan Transfer, al mismo tiempo que cuestiona los lugares comunes sobre el escritor y el compromiso, apelando a una escritura combativa, que no ceda ante el mercado ni las buenas intenciones.

Un libro impetuoso, que no busca nunca el consenso, sino más bien el diálogo constante, la necesidad de que volvamos a preguntarnos qué es la literatura, para qué sirve, por qué leer novelas hoy, cuando parece que los libros se han vuelto tan inofensivos.

“Rompiendo algo”, de Belén Gopegui. $.12.200.

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