Por Antonio Díaz Oliva Marzo 5, 2014

En uno de los mejores pasajes de American Sarmiento, el argentino Hernán Iglesias Illa, escribe: “Cuanto más me parezca a Sarmiento y más me sienta como él, como si tuviera alguna lógica, más rápido voy a avanzar y mejor voy a escribir. Cada mañana, cuando me vea barbudo en el espejo -cuando me vea sarmientino: barbudo, trigueño, un poco peleado-, me acordaré de mi compromiso”. Menos de un tercio de las 139 páginas y ya es evidente: American Sarmiento es un libro esquivo. No es novela, ensayo académico, crónica de viajes, ni autobiografía. Es todo aquello al mismo tiempo. Un híbrido literario que recrea el viaje de Domingo Faustino Sarmiento, el escritor y político argentino, por Estados Unidos en 1878, y cómo ese viaje le sirvió para poner a prueba algunas certezas latinoamericanas.

Para eso Iglesias Illa no sólo se deja crecer la barba; asimismo recorre carreteras y pueblos perdidos en el mapa, visita el monumento a Sarmiento en Boston, lee libros de historiadores y académicos (y los desacraliza), y nos cuenta por qué él -con  un espíritu similar al de Sarmiento-, dejó Argentina y se instaló en Nueva York. Así, uno termina American Sarmiento y queda rondando la idea de que hay algo “sarmientino” en toda persona a la que le guste leer, escribir y largarse de su país. Aunque aquello tenga un precio: vivir a la deriva y desarraigado. Dos estados familiares para el autor de Facundo, especialmente cuando recorre tierras americanas y “se transforma en un hombre-isla, acompañado apenas por sí mismo y por su idea de sí mismo”.

“American Sarmiento”, de Hernán Iglesias Illa. Versión ebook en Amazon a US$8.

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