Por Diego Zúñiga Diciembre 6, 2012

Eterna Cadencia

Primero fue una librería -una de las mejores de Buenos Aires- y luego una editorial que debutó en 2008, y que a la fecha ya ha publicado cerca de 100 libros, entre ensayos, novelas y cuentos. De la mano de Leonora Djament y Pablo Braun, Eterna Cadencia ha armado un catálogo diverso y arriesgado: han apostado por autores jóvenes (hay que leer Glaxo de Hernán Ronsino), pero también han abierto la editorial a autores extranjeros (como Georges Perec, Benjamin y las chilenas Diamela Eltit y Lina Meruane) y armaron una colección de ensayos valiosísima, en la que podemos encontrar, por ejemplo, varios libros de Josefina Ludmer, destacando Aquí América Latina, en el que mezcla teoría literaria con autobiografía, mientras analiza a varios autores contemporáneos (Castellanos Moya, Fernando Vallejo, Eltit) y nos recuerda por qué es una de las críticas literarias más lúcidas de Latinoamérica. 

Así, la editorial también ha podido darse el lujo de reunir las novelas breves de Onetti, editar esa novela desgarradora que es Desarticulaciones de Sylvia Molloy, traducir por primera vez al español a la cuentista irlandesa Claire Keegan (admirada por Richard Ford) y publicar Lento en la sombra, con los ensayos del austriaco Peter Handke; un libro lleno de momentos notables, como cuando analiza una novela de Thomas Bernhard o el cine de Abbas Kiarostami con una mirada generosa y sorprendente. 

 blog.eternacadencia.com.ar

Mardulce Editora

Ha pasado poco más de un año desde que Mardulce Editora apareció en el mapa literario argentino y ya es una imprescindible. El responsable de que haya ocurrido esto es, principalmente, su director editorial, Damián Tabarovsky. Muchos años atrás lo hizo en Interzona (donde publicó a Mario Levrero, Bellatin, Fogwill) y ahora lo vuelve a hacer con este proyecto, en el que podemos encontrar una antología de crónicas y ensayos de Monsiváis, o una novela de Jean Echenoz (Un año), aunque destacan dos libros escritos por mujeres: el primero, la reedición de Andamos huyendo Lola (1980), de la mexicana Elena Garro: mujer de Octavio Paz, amante de Bioy Casares y, sobre todo, una autora deslumbrante que con este libro de cuentos -o novela encubierta- narra el viaje de una madre y una hija por distintos países, cuya historia la cuentan las personas con las que se cruzaron, de la misma forma en que Bolaño lo haría, décadas después, en la segunda parte de Los detectives salvajes. 

El otro libro imperdible es El viento que arrasa, la primera novela de Selva Almada (1973). Cuatro personajes en mitad del Chaco: un reverendo y su hija, un mecánico y su ayudante, un auto averiado, los ladridos de los perros, una tormenta que parece llegar en cualquier momento. Un libro breve y rotundo.

www.mardulceeditora.com.ar

 

Relacionados