Por Daniel Greve, crítico de gastronomía y vinos Abril 9, 2014

Pasta, pizza y jazz se dan un abrazo en la patrimonial Casa Maroto de Plaza Egaña, bajo el nombre de La Fabbrica. No es un abrazo tibio.  Música y cocina conviven en esta restaurada casa como una sola unidad. Hay excelentes antipastos, como el Vitello Tonnato ($7.500), finas láminas de ternera con la clásica salsa de atún, pero las pizzas se llevan todas las reverencias. Las masas se hacen con dos días de fermentación, el maestro pizzaiolo es tano y el horno rotativo de piedra lo trajeron desde Milán, por lo que ese formato rústico y auténtico tiende   a cobrar sentido. Así, mientras suena Miles Davis, pizzas notables, como la Tonno e Cipolla (de atún y cebolla, $6.400) o la Parmigiana ($7.300), con berenjenas y escamas de queso parmesano, aparecen con ganas de marcar el ritmo. No se pierdan los cocktails de autor, inspirados en la ley seca de los años 20 y que toman los nombres de artistas del jazz. Concepto redondo. Como la pizza.

Av. Ossa 123. F: 28306208.

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