Por Daniel Greve, crítico de gastronomía y vinos Febrero 12, 2014

La historia es sencilla: dos gringos locos -sommeliers- se conocieron en Chile y, algo frustrados por la escasez de cervezas con carácter -o al menos raras-, montaron su propio paraíso cervecero: Beervana. Con un par de meses de marcha ya tienen en su pequeña botillería 150 etiquetas perfectamente rotuladas, muchas de importación propia. Predominan las californianas, pero hay de México, Inglaterra, Bélgica y, por supuesto, muchas nacionales en formato artesanal. Vayan a ojos cerrados por el listado de favoritas anotado en la pizarra. Abren desde el mediodía, y los fines de semana hacen degustaciones relámpago. ¿Lo mejor? Son gratuitas.

Beervana. Los Leones 106, Providencia. F: 23352295.

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