Por Daniel Greve, crítico de gastronomía y vinos Abril 11, 2013

No, no es una alucinación quijotesca. Hay un tipo disfrazado de Quijote en la puerta del restaurante, lo que no deja de sacarnos una sonrisa. El Quijote, en pleno corazón financiero del centro, es comandado por el chef Sebastián Gamboni, ex Puerto Fuy, Zinnia y Don Peyo, lo que le entregó una gran versatilidad a su carrera. Y así lo podemos ver aquí, en la mesa: las Machas a la parmesana ($9.900) son pequeñas -tanto, que vienen de a dos a tres machas por concha para compensar- y, como en la mayoría de los sitios en Chile, sin parmesano, sino que con mezcla de varios quesos más económicos. Hay, por supuesto, un error de concepto, de comunicación. Pero donde todo se afirma es en los fondos, y tanto el Cancato Quijote ($6.350), como la Plateada parmesana ($9.900) son un acierto. En ambos casos, sabores profundos, definidos. Y aunque -nuevamente- la plateada no lleva el queso italiano, sino un exquisito puñado de buenos y frescos gnocchis en salsa, de factura artesanal, la carne resulta una realidad consumada y deliciosa, sin molinos de viento ni alucinaciones.

Nueva York 52, Stgo. Centro. F: 22437715. www.quijoterestaurant.cl

 

Perú sabe

Coincidiendo con la llegada de Gastón Acurio a propósito de Ñam y del estreno del documental que hizo con Ferran Adrià, Perú Sabe, la cocina peruana vuelve a causar un pequeño revuelo en Santiago. Y el restaurante Ica venía haciendo guiños desde hace rato. Con una puesta en escena imponente en los espacios y algo pobre en la mesa, el lugar no dice mucho. Es poco lo que se puede anticipar. Pero una vez que comienzan a llegar los platos, todo cambia. Una correctísima -y abundante- Causa rellena con pollo ($6.690); un sabrosísimo y bien montado Cebiche de salmón y pulpo ($8.990), con un pulpo blando, dócil; y una enorme Costillita de lechón ($7.990) sobre tacu-tacu, bañado en salsa de ají, criolla y algo de huacatay. La Tarta de maracuyá ($3.500) bastante old-fashioned en su presentación, pero al menos con semillas y buen sabor. Y es que Perú sabe. Y sabe bien.

Isidora Goyenechea 2939. F: 23699150.

 

Un ícono desnudo

Es difícil sorprender con algún nuevo formato o concepto en el mundo del vino. Pero Viña Requingua acaba de lanzar un nuevo icono, Laku 2008, con algo singular: se trata de una mezcla tinta -un blend- cuya composición sólo se revela al descorchar, ya que viene descrita precisamente en el tapón de alcornoque. Se trata de un vino concentrado, de muchos frutos negros, con notas de grafito en la nariz, bastante expresiva y rústica, con una factura campestre que gusta. Las notas de madera, que por momentos se vuelven frontales, se irán limando con el tiempo. ¿La mezcla? Bastante cabernet y algo de syrah. Pero tendrán que descorcharlo para averiguar los detalles.

A $35.000 en La Vinoteca.

 

 

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