Por María Ignacia Pentz Marzo 12, 2014

Luz, color y forma. Tres elementos que convergen en las obras de Benjamín Ossa (29), el artista visual que recrea fenómenos físicos y juega con la percepción. Sus instalaciones son diversas: focos que, proyectados en una muralla con cuatro semicírculos, generan diferentes sombras y colores. O un cilindro metálico atravesado por luces rojas. El atractivo que tiene cada uno de sus trabajos hace difícil no detenerse en ellos. Y es justamente lo que busca: que sus creaciones se transformen en toda una experiencia para el espectador. “Mi obra es una experimentación a partir del dibujo, espacio, color y la física”, dice.

En octubre de 2013 publicó Libro Temprano, primer proyecto editorial, que para él es una prolongación de su obra. Ahí quería plasmar aquello que piensa a la hora de crear, lo que queda entre las paredes de su taller. “Hacer el libro es abrir la cocina, abrir tu cabeza”. En enero ganó el tercer lugar del Premio MAVI-Minera Escondida y está lleno de proyectos: hasta este sábado 15 habrá una exhibición de su obra en la galería Artespacio, para luego, el 19 de marzo, ir a Art Lima por segunda vez. Desde el 8 de abril estará en una exposición de escultura contemporánea en Matucana 100, Colosos, para terminar el segundo semestre con otras dos exposiciones internacionales, en Montevideo y Washington.

-Es difícil encasillarte en una categoría, ¿dónde te ubicarías?
-Me meten en el saco de la geometría, de la escultura, del color, y a mí me da lo mismo. El trabajo como artista tiene que ver con la investigación y con otro tipo de formas de entender nuestro entorno. Nuevas formas de conocimiento.

-Desde chico tuviste estudios de pintura, ¿por qué cambiaste de soporte?
-Una cita de Daniel Richter dice que “la pintura es el medio más torpe, más lento y más consciente de la tradición. Y el más difícil de ampliar”. Para mí la pintura tenía que ver básicamente con un tema: la luz. Si tú miras cualquier pintura clásica, ése es el motor, lo que define la forma. La pintura como formato me limitaba.

-¿Cómo ves a esta generación de artistas emergentes de la que formas parte?
-Generacionalmente estoy muy contento. Hay un montón de artistas que no conozco y no sé qué están haciendo, por eso el concurso del MAVI fue una sorpresa, porque veo que hay gente del año 90 o incluso del 91 produciendo obras. Algunos, con unas problemáticas superinteresantes y otros con visiones superretrógradas para la edad que tienen. Pero veo a otros artistas que están haciendo cosas interesantes. Están pasando cosas. A lo mejor no con todo el vértigo que me gustaría.

Benjamín Ossa: en Artespacio, hasta el sábado 15 de marzo; en Art Lima, desde el 19 de marzo; en Matucana 100, desde el 8 de abril en la muestra “Colosos”.

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