Por María Ignacia Pentz Febrero 12, 2014

En la exposición Premio de Arte Joven Contemporáneo MAVI-Minera Escondida se presentan artistas de una nueva generación que, poco a poco, toma mayor visibilidad. Nuevos materiales y medios. El anhelo del imperio sin pobreza, de Consuelo Tupper, resalta por su formato. Son correos electrónicos impresos e instalados en la muralla para su exhibición. “Se busca veinteañero entendido en artes o letras”, fue el mensaje que dio inicio a su obra. Decenas de mails en respuesta llegarían a su casilla: unos por mera curiosidad, otros, aseguraban ser ese “emperador” del arte o las letras que buscaba. 

Pero también hay propuestas más clásicas, como la de María Fernanda Guzmán, quien ganó el primer lugar con Revestir 2. Un televisor de los años ochenta construido con cerámica; escultura que resignifica una tradición: adornar y cubrir este aparato con paños tejidos a croché. U otras difíciles de clasificar, como las instalaciones-esculturas de Benjamín Ossa, ganador del tercer lugar con Cuatro líneas/Una teoría, que trabaja fenómenos físicos como la luz. Ejemplos que hablan de la versatilidad de una generación emergente que toma fuerza. 

Premio de Arte Joven Contemporáneo MAVI-Minera Escondida, Museo de Artes Visuales. Hasta el 23 de febrero.

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