Por Antonio Díaz Oliva Mayo 19, 2015

© Fox

Es por el ritmo. O porque es una serie sobre la era Obama y el racismo. O porque el tema es la última corriente musical del siglo pasado: el hip hop. O porque finalmente es una historia familiar y todas las familias son infelices a su manera. Como sea: Empire, el nuevo show de Fox, es una de las sorpresas televisivas del año. Es la historia de cómo Lucious Lyon (Terrence Howard) pasó de traficante a ser el empresario número uno del hip hop en Estados Unidos; de cómo Cookie (Taraji P. Henson), su primera esposa, terminó en la cárcel por culpa de él, y ahora que está libre regresa para recobrar su negocio; y de cómo los hijos de ambos -dos de ellos músicos que compiten entre sí y, el otro, abogado- lidian con ese legado. Y aunque en el primer episodio sobran nudos dramáticos (duda con spoiler: ¿era necesario el asesinato?, ¿no tenía la serie ya suficiente carga dramática?), y se nota un cierto desconocimiento de los códigos de la cultura hip hop, como serie sobre cierta épica moderna Empire funciona. En Estados Unidos, de hecho, la serie comenzó con nueve millones de espectadores y terminó con diecisiete (y ya confirmó una segunda temporada). No es extraño. Empire, finalmente, es un relato social. De cómo el hip hop puede ser una forma de ascensión. Y también de cómo esa ascensión -especialmente en el caso de Lucious Lyon- también puede significar una fuerte caída.

“Empire”.

Relacionados