Por Antonio Díaz Oliva Julio 3, 2013

Nueve temporadas, 94 episodios y una fanaticada no muy cuantiosa, pero fiel, y que ya otros shows quisieran. ¿Por qué la serie It’s always sunny in Philadelphia, pese a lo de arriba, sigue siendo un secreto televisivo? Pregunta difícil de responder. Como sea, ahí están los cuatro amigos que viven en Philadelphia: Dennis, Deandra, Mac y el insoportable Charlie no han conseguido mucho a sus treinta y algo años, así que por eso trabajan en un bar irlandés de medio pelo. A eso, además, hay que sumarle el otro personaje interpretado por el gran Danny DeVito, el padre de Deandra y Dennis, quien en una crisis existencial deja a su esposa, vende su mansión y compra Paddy’s Pub, el bar donde sus hijos y sus amigos terminan de beberse su juventud. O hacer estupideces, como el episodio en que Charlie dice que tiene cáncer (para poder salir con una chica) y le resulta. Así, y pese a que el título diga otra cosa, ésta es una serie sobre diversas crisis. La crisis del día a día, la crisis de tener treinta y seguir perdido en la vida, y la crisis de tener sesenta y querer volver a los treinta. La solución, en todo caso, parece ser la misma: sentarse en el mismo taburete de siempre, pedir un vaso de cerveza espesa y oscura, y escuchar los mismos chistes todas las tardes mientras el sol, casi siempre, se asoma por la ventana.

Disponible en Netflix.

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