Por Diego Zúñiga Febrero 23, 2018

“El tigre en la casa,” de Carl Van Vechten. A $16.000

Probablemente no lo sabemos —porque son demasiado inteligentes y hacen todo con sigilo—, pero quizá ya sea hora de aceptar que el mundo le pertenece a los gatos. No hay nada que hacer. Todo esto lo explicó de manera perfecta —con lucidez, cariño y muchísima erudición—, hace casi un siglo, el periodista y fotógrafo norteamericano Carl van Vechten cuando publicó en Nueva York, en 1920, El tigre en la casa. Una historia cultural del gato, tal vez el libro definitivo acerca de esos felinos que siguen siendo tan fascinantes como indescifrables. Lo curioso es que tuvieron que pasar casi cien años para poder leerlo en castellano, a pesar de que en todo este tiempo nunca ha dejado de reeditarse en Estados Unidos. Misterios de nuestro mundo editorial. Nada que hacer. Pero aquí está, en una edición hermosa de Hueders y Sigilo, y con una traducción impecable a cargo de Andrea Palet. Más de 300 páginas que son lectura obligatoria, por supuesto, para todas esas personas que alguna vez han interactuado con un gato, ya sea desde el amor, el desconcierto o, incluso, el rechazo. Porque lo fascinante del libro de Carl Van Vechten es cómo en él reconstruye la historia cultural de los gatos mientras nos va entregando anécdotas, reflexiones y datos acerca de su impredecible comportamiento: sus obsesiones, sus locuras, sus mañas, su psicología. Es, en ese sentido, un libro profundamente íntimo, aunque el tono más bien parezca el de alguien que pasó toda una vida investigando acerca de estos felinos enigmáticos:  “No se puede esperar razonablemente que un pariente cercano al rey de la selva, un animal que ha sido un dios, el compañero de las brujas en el aquelarre, una bestia que es de la realeza en Siam, ‘el tigre que come de la mano’, como se lo llama en Japón, el adorado de Mahoma, el Richelieu, el favorito del poeta y del prelado, vea sino con desdén la estupidez de la humanidad en lo que a él se refiere”.

Los gatos en la música, en el teatro, en el arte o en la ficción: Van Vechten hace un repaso exhaustivo de estos queridos animales en las distintas ramas de la cultura, y sorprende, por ejemplo, cuando ahonda en el vínculo entre los gatos y el ocultismo a raíz de cierto carácter místico que se asocia, desde hace siglos, a estos pequeños felinos.

Sin embargo, lo cierto es que terminamos de leer El tigre en la casa y nos embarga una extraña sensación: la alegría de encontrarnos con un libro que no dejaremos de recomendar una y otra vez, pero también la tristeza de pensar en todas las apariciones protagónicas en el mundo de la cultura que han tenido los gatos en estas décadas y que podrían convertir este libro en un tomo con 300 páginas más. Lo que hubiese hecho Van Vechten con toda esa información… Pero no seamos ambiciosos y disfrutemos, una y otra vez, este libro hermoso, sorprendente e indudablemente necesario.

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