Por Alejandra Costamagna Febrero 16, 2018

Cómo cuidar de un pato, de Josefina González.

“Lo quiero como se quiere a las cosas que no son humanas. Con tranquilidad”, dice Larry, uno de los personajes de Cómo cuidar de un pato, el primer libro de la cantante, dramaturga y artista visual Josefina González (1983). La cuidada edición de Overol es una comedia teatral que podemos leer también como un conjunto de viñetas o una breve novela del absurdo. Un hombre sabe que va a ser papá y decide comprar dos patos para practicar su nuevo estado. Dos patos y no uno porque necesita saber cuidar las cosas, dice, “antes de que se dividan”.

Por supuesto, su empresa fracasa, pero en el camino asistimos al delirante diálogo del resto de los personajes que rodean al protagonista. Ahí está la propia embarazada, que piensa bautizar a la criatura Leonel por Leonel Sánchez o Marcelo por Marcelo Salas. Y si sale mujer, Marcela Leonela. Están también el padre de la futura madre, un viejo cascarrabias que prefiere una vida corta llena de placeres antes que llegar a viejo privándose; la hermana de Larry, que vive obsesionada con el tiempo perdido; el entrometido adolescente Toñito, de espíritu comerciante; una parlanchina vendedora de artículos para perros que tiene su puesto en la sala de espera de un hospital, y un doctor que ha descubierto una página web que anuncia la situación exacta de muerte de quien ingresa sus datos. A él, por ejemplo, le quedan veinticuatro años para que lo atropellen, de acuerdo con la información de la página, de manera que dice andar relajadísimo por la vida.

Y están, por último, los animales: un pato activo como todo pato, otro medio tonto, y un perro de nombre Roberto, que duerme la mona en una esquina. Josefina González despliega en Cómo cuidar de un pato un hilarante sentido del humor y nos hace seguir sin interrupciones los pasos de este elenco en sus desbocadas peripecias. Con esta obra, la autora fue finalista del III Concurso de Dramaturgia convocado por el Teatro Nacional Chileno y la Universidad de Chile en 2015. Ojalá que pronto algún director se anime a montar este estrafalario y originalísimo texto.

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