Por Carlos Reyes Junio 2, 2017

Manuel Montt 0160, Rancagua (paralela a la ex Ruta 5 Sur).Tel. 722265203.

Si no están familiarizados con los recovecos de la vieja Ruta 5 Sur, a la altura de Rancagua, es muy posible que Torino se haga invisible y se deban dar un par de vueltas extras hasta encontrarlo… precisamente a orillas de la carretera. No importa, al menos no al cliente rancagüino, de seguro acostumbrado a llegar por una seudocaletera, azuzado por un restaurante cuyo gancho inicial es un bar de ostras frescas, en un espacio creado para resaltar todo lo bueno de ese marisco. Pero, en realidad, todo esto antecede a una cocina italiana que, a lo menos, tiene una selección de pizzas y pastas bien puesta. Lo necesario para figurar.

Si hay pizzas de masa bien madurada, vale decir ligeras y crocantes tras su horneado, y que permiten darle alas a una sencilla versión Margarita ($ 6.900), tampoco importa que, ya dentro, el espacio no sea muy luminoso ni alegre. Es lo de menos, porque aparte, la atención funcionó correctamente en medio del ajetreo del almuerzo de fin de semana. Y si los Ravioles de espinacas y ricota ($ 7.900) dejan entrever su relleno de lo traslúcidos que son, conteniendo con eficacia una mezcla de vegetales fresca y gustosa y con la crema justa, los reproches ambientales desaparecen. Sí pecan de excesos estéticos en otros aspectos. En el Carpaccio, por ejemplo, que supo muy bien, sin exceso de jugo de limón dentro del plato —un clásico—, con la carne a la temperatura precisa y relativamente poco queso, pero tanto trozo de pan y limones dentro no figuran como una buena idea a la vista.

La carta de vinos mira a la zona, el valle del Cachapoal, sin mayores aspavientos, aunque se echan de menos algunos vinos que irían bien con su propuesta italiana. Con todo, se trata de un espacio que merece un desvío del bypass y adentrarse a la nostalgia de la vieja Panamericana. Hay preocupación al plato y eso se nota.

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