No es casual que la primera gran película de la era Trump sea de terror. ¡Huye! se estrenó a fines de febrero en Estados Unidos con gran éxito de taquilla y con la aprobación unánime de la crítica. El comediante Jordan Peele, uno de los rostros del canal Comedy Central, de madre blanca y padre negro —igual que Obama—, debuta como director de cine con una película sobre el racismo, pero desde el género más inesperado: el terror.

En ¡Huye!, Chris (Daniel Kaluuya) es un fotógrafo negro que perdió a su madre cuando era un niño y que, pese a las dificultades, ha logrado hacer una carrera destacada que le permite tener un departamento envidiable en Brooklyn y una novia, Rose (Allison Williams, de Girls), guapa y blanca. Sin muchas ganas, acepta la invitación para conocer y pasar un fin de semana junto a los padres de su novia. Chris es el primer novio negro de Rose, y este fotógrafo intuye todo lo que eso puede significar. Pero resulta que los padres de Rose representan el epítome del progresismo. El padre votó por Obama y su madre (una siempre genial Catherine Keener) es una psicóloga de hablar pausado y mirada perdida que, si viviera en Chile, seguro que lo haría en la Comunidad Ecológica de Peñalolén.

Como película de terror, ¡Huye! es una cinta adictiva, que no deja respiro.

Peele maneja a la perfección los códigos del género, sin jamás subestimar al espectador, como suele ocurrir en las predecibles cintas de terror que sobrecargan la cartelera. ¡Huye! , en cambio, está exquisitamente filmada, y con un guión —también firmado por Peele— que brilla por su ironía.

Como una cinta que marca el fin del cine de Obama y el inicio de la era Trump, ¡Huye! es una película indispensable. La gran amenaza aquí es esta familia blanca, tan progre, tan bienintencionada y políticamente correcta. ¡Huye! deja en evidencia todos los códigos sobre el racismo y esa discriminación velada, que ocurre puertas adentro, con amabilidad y sin jamás perder los buenos modales, descrita con igual agudeza por Óscar Contardo en Siútico, ese tratado sobre el clasismo en Chile.

¡Huye!, finalmente, es una película sobre el miedo. Ese terror a ser mirado como alguien distinto, a ser discriminado. Esa es la genial estrategia de Jordan Peele. Hablar del miedo con los códigos del cine de terror. Es el miedo de la escena inicial, en que un negro camina de noche por un suburbio de blancos que luce aterradoramente ordenado y silencioso. Es el miedo de Chris a conocer a los padres de su novia. Es el miedo que seguramente vivió Jordan Peele y es el miedo que en Chile todo cabeza negra alguna vez ha sentido.