Por Javier Rodríguez Abril 7, 2017

Becoming Zlatan (2016). Disponible en Netflix.

Si uno busca en YouTube compactos con los mejores goles del eterno delantero sueco Zlatan Ibrahimovic, hoy en el Manchester United, seguramente de los primeros aparecerá el que marcó por el Ajax de Holanda —el segundo equipo de su carrera, luego del Malmö FF sueco— contra el NAC Breda en 2004, por la liga local. Un gol que tiene todo: dribbling, velocidad, fuerza, una definición sutil, rebeldía. Rabia, sobre todo. Lo que no aparecerá en el video son las pifias. Las pifias que la barra del Ajax le dedicó durante gran parte de ese partido. Abucheos que se ganó unos días antes de ese partido cuando, en un amistoso contra Holanda lesionó —a propósito, qué duda cabe hoy— a Rafael van der Vaart, compañero y capitán de su equipo, que había hablado mal de él a sus espaldas.

Lo que podemos ver en Becoming Zlatan, el documental de los hermanos suecos Fredrik y Magnus Gertten, es algo que no aparece en las páginas de los diarios, ni siquiera en los partidos: la otra cara de uno de los futbolistas con mayor ego de la actualidad; nervioso, tímido, frágil. Peleando por un puesto. Siendo ignorado por jugadores que luego serían estrellas, como el mismo Van Der Vaart o Wesley Sneijder. Celebrándoles goles a las barras rivales mostrándoles sus orejas y lanzándoles besos con un sarcasmo furioso. Con la cara cubierta de espinillas, discriminado por su origen bosnio-croata por los hinchas suecos, estresado por demostrarle a su padre que puede llegar a ser quien él no pudo, aislado jugando en su computador, solo. Tan solo, que ni en la cancha ve a sus compañeros, a los que prefiere no darles el balón: “Tiene que aprender que el fútbol no es ‘O sole mio’, es otra canción”, dice uno de sus técnicos. Presionado y aburrido, con una novia que se aburre tanto como él. Una mezcla fatal a la que pocos sobreviven.

Con imágenes de archivo riquísimas, que abarcan desde sus comienzos hasta su explosión en la Juventus de Turín; entrevistas a antiguos ídolos como Marco van Basten y el egipcio Mido, que nos dan cuenta de que el tiempo pasa para todos, incluyéndonos; y unas canciones pop horrorosas, que son el único punto negro del documental, Becoming Zlatan nos muestra la historia de un, como cantaron los Beatles, “Nowhere Man”, que le ganó al destino en su ley y que si bien no es el mejor futbolista de la actualidad, es, sin duda, uno de los más complejos..

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