Por Carlos Reyes Abril 28, 2017

Nueva Providencia 1360, Providencia. Tel. 229849660

Su puerta de entrada, más bien estrecha, y su pequeño cartel anunciando comida taiwanesa dicen poco respecto de lo que ocurre dentro de Hocha; primero porque se trata de un espacio mucho más amplio de lo que aparenta desde la calle. Pero su peculiar forma crea finalmente una analogía de algo evidente hoy: la penetración del ideario oriental contemporáneo —vía series de TV, moda, música y, por supuesto, comida— que va creciendo en Chile con paciencia y más allá de lo evidente. Bajo esa lógica, este restaurante forma parte de una serie de símbolos culturales que están destacando hace un buen rato por estos lados, no sólo chinos, que van desde Alibaba al K-Pop y ocupando las mismas herramientas de seducción: funcionalidad, estética moderna y también —como el caso de Hocha— eficiencia.

Garzones jóvenes se mueven explicando las bases culinarias de la casa, que se resumen en el anuncio puesto en la entrada: “la comida evoca la ajetreada cocina de nuestra abuela”. Eso se traduce en algunos viejos conocidos, como los Arrollados primavera o las más recientes Frituras de pollo, bien crocantes y con chispa especiada. Una clave taiwanesa está en las sazones dulzonas, con el anís estrellado protagonizando buena parte de sus carnes, vegetales y pescados. Está la panceta cocinada con lentitud y que luego, blanda y olorosa, va a parar junto con verduras al Gua bao ($ 2.900 y 2 por $ 5.500), masa de trigo al vapor que ya tiene patente de moda. Una bien ganada por lo suave del preparado y por una serie de sabores pronunciados sin ser invasivos.

En la carta se mueven otros bocadillos como embutidos ($4.300) y frituras ($ 2.800), aparte de sopas con harto fideo y una sección vegetariana donde destaca el tofu, aparte de una lista de arroces, por supuesto. Hay una decena de alternativas, donde la conformada por albóndigas de pescado y verduras (al dente) y huevo hervido ($ 7.500) ofreció equilibrio visual, saciedad y gusto suave. Lo necesario para atraer un público joven, feliz de estar en un lugar como los que suelen ver en sus series de Netflix. Para los demás, un sitio que refresca la forma de entender la cocina china.

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