Por Carlos Reyes M. Enero 25, 2017

EL CLÁSICO

Ciboulette4.JPGUn comedor pequeñito, sencillo, cuya pizarra corre de mesa en mesa portando una cocina belga y francesa, que por esos lados sigue siendo única. Ese sentido de la discreción  resalta en La Ciboulette, como queriendo siempre que los descubran entre el ajetreo impersonal de avenida Uno Norte. Quien lo haga seguramente tendrá ganas de volver, gracias a sus clásicos europeos: los confit de pato, crocantes y golosos al estar cocinados en sus propios jugos; o las Endibias gratinadas con jamón, bajo la receta típica belga. Vale la pena también lanzarse a un Tartar de salmón de frescura cuidada. El trato es familiar y sin sutilezas —por lo que puede parecer parco—, pero conversando, sobre todo de comida, viajes, vinos y licores, de seguro la jornada será aun más agradable. Allí se respira gastronomía. Consumo promedio: $ 25.000.

Uno Norte 191, Viña del Mar. Tel. 322690084.

 

 EL DISTENDIDO

Sushi Home tiene mucho de lo que varios sushibares de cualquier ciudad pueden ofrecer: desde sencillos hosomakis hasta Sushihome1.JPGrollos con cabriolas de colores subiendo y bajando por sus contornos. ¿Qué lo diferencia? Su deliciosa consistencia en el tiempo.  Desde 2002 disfruta del reconocimiento viñamarino, por cosas como la precisión en el preparado de sus arroces base, la frescura del pescado —notorio en sus sashimis—, aparte de la originalidad de algunos platos respecto a sus pares de la ciudad (rolls con doble nori, fritos, lonjas de pescado al estilo oriental). Vale decir, buena técnica e igual estándar de productos, en un espacio cómodo y que guiña al Oriente, pero sin exagerar. Es un local donde se puede comer y compartir en grupo con una buena lista de tragos, cervezas y ambiente de verano.  Consumo promedio: $ 20.000.

5 Norte 490, Viña del Mar. Tel. 323191190.

 

 

EL NUEVO

Tintico.JPGSu café tiene variantes que pocos —o ninguno— poseen en la costa cercana. Su nombre, El Tintico de Botero, ya lo insinúa:“tintico”, la infusión tradicional colombiana que se juega más por el singular aroma frutal de las bayas respecto de los espresso italianos, mucho más reconcentrados. Así, resalta esta cafetería del plan viñamarino con menos de un año de funcionamiento. Pero también destaca por su té de café, o sea, la cobertura de las bayas del grano original (en la foto), que frente al agua caliente da tonos ácidos, frescos, entretenidos y con poca cafeína. El espacio es pequeño pero acogedor, ideal para la conversación típica de antes del mediodía, y hay que ponerle ojo a su pastelería, de gusto reconcentrado, ideal para las tazas que corren a diario en ese lugar.
Consumo promedio: $ 5.000.

5 Norte 461, Viña del Mar. Tel. 323352528.

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