J. Bouchon Reserva Rosé 2015

Posee un tono rosado más bien tenue. Está hecho con cabernet sauvignon, lo que aporta, primero, un toque austero en intensidad aromática. Pero se le reconocen notas de naranja y frutas como ciruelas verdes y frutillas. En la boca tiene chispa, traducida en un frescor que se extiende, dejando una acidez marcada, con un regusto a ciruelas. El final es corto, pero no importa mucho: da para un grato momento de aperitivo, para empezar la comida o para acompañar los tapaditos de un buen cóctel.

$4.800 precio de referencia 

Gallardía del Itata Cinsault Rosé 2015

Bien pálido y elegante. Es un vino donde la fruta delicada es la que manda. Una que dice frambuesa, guinda, ciruelas muy frescas, cortesía de una cepa que ofrece esos matices en su versión tinta. La boca muy fresca y lineal, donde destaca su buen volumen. Es un vino que puede ir más allá del aperitivo, quizá acompañando pescados con peso —sierra, por ejemplo— a modo de contrapunto, o junto a arroces con matices frescos. Como dice su etiqueta, gallardo.

$7.500 de referencia

Cacique Maravilla 50/50 Moscatel Corinto 2015

Más que un rosado es un vino naranja, distinto en forma y origen al resto de esta selección, pero no por eso menos llamativo. De origen campesino —Yumbel, en la VIII Región—, huele poderosamente a uva dulce, con un dejo balsámico, a especias dulces y palo de rosa. Eso se mezcla con una boca seca, baja en acidez, no tan ligera, lo que le aporta cuerpo. Ese tono rústico se conecta con los típicos pipeños, pero con un dejo frutoso distintivo, que permite ir por otra copa y más. Tiene peso para una comida, un chupe quizás. O solo y frío, se porta muy bien.

$8.000 de referencia