Por Carlos Reyes M. Septiembre 30, 2016

La Soga

Imagen La Soga_-14Dos jóvenes primos chileno-venezolanos están detrás de este bar y restaurante con ambiciones. Varios espacios destacan, desde una terraza a la calle a un pequeño lounge; a eso se suma un puñado de tragos de la casa, donde se nota una inspiración local. Hay jarras de Borgoña ($ 11.000 el litro), helado y equilibrado en fruta y dulzor, que dan paso a opciones como un bloody Mary con pimentón y tomate deshidratado, otro que mezcla pisco y Bitter Araucano, que se suman a una lista de platos con el criollismo por delante. Allí cuentan con la mano de Alfredo Gutiérrez, ex Liguria, quien recorre tierra y mar con opciones que a ratos resultan rimbombantes, como el Pulpo chamuscado ($ 7.800), que en realidad son tres tentáculos golosos pasados por la grilla. También hay opciones con un poco menos de brillo como el Entrecot con charquicán ($ 8.300) o el Congrio escabechado ($ 7.800), que con un poco de picor extra en la mezcla estaría mucho mejor dispuesto. Al cierre, buenos postres, una grata relación precio-calidad y un nuevo espacio en el que la chilenidad se toma la noche de Vitacura.

Bar La Soga. Las Tranqueras 1677, Vitacura. Tel. 227100306.

Varanasi

Imagen Veranasi_-5Más que las declaraciones de intenciones de su carta, que indican su vocación entre natural y oriental, lo bueno de la relocalización de Varanasi (antes estaba en Providencia) es el rescate de una terraza que le da continuidad al Paseo El Mañío. Le da más onda, sobre todo durante el almuerzo de fin de semana. Los tonos turquesa y madera de su ambiente hacen juego a los diversos guiños orientales, vegetarianos, veganos, crudiveganos, cero gluten, ayurvédicos, todos matizados por esa chilenidad carnívora que mueve a muchos negocios. Por allí se desliza la Suya de filete ($ 7.900), carne magra marinada con especias y mantequilla de maní; un plato sabroso, pero que con menos grasa vegetal se sentiría mucho mejor. Aparte hay sándwiches y opciones cero carne que son un acierto, como la Calabaza asada al limón ($ 7.900), con porotos mung y mermelada de cítricos dulces para acentuar el sabor. Mención especial para la Torta de zanahoria y lúcuma ($ 4.300) que dan ganas de repetírsela, en un lugar que revitalizó la oferta del barrio y va por más: crecerá en dos pisos próximamente.

Varanasi. Paseo El Mañío 1632, Vitacura.

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