Por Gonzalo Maier Septiembre 16, 2016

“La realidad y la luz”, de Sergio Coddou.

No es nada raro que las cosas feas se pongan de moda. Pasa todo el rato y en todas partes. Desde hace un tiempo, por ejemplo, el verbo “procrastinar” sale hasta en la sopa, pese a ser rematadamente feo e innecesario. No costaría nada, creo, reemplazarlo por una construcción sobria y sensata como “sacar la vuelta”.

Pues bien, el poeta Sergio Coddou saca la vuelta con tanta gracia que no sólo publicó su último poemario hace nueve años, sino que ahora regresa con un libro —no se pongan pesados: no es una novela ni un poema ni un ensayo— precisamente sobre dejar para mañana lo que se puede hacer hoy. La realidad y la luz es un texto fragmentario lleno de digresiones, versos, citas, crónicas, correos electrónicos y apuntes sobre la vida diaria y extraordinaria de un tipo que quiere escribir y no puede. O que puede, pero le da lata.

Un cajón de sastre, en otras palabras, donde cabe todo lo que esté en medio de la autobiografía histérica de un escritor que se creía condenado a cosas grandes y las observaciones de un trabajador al que no le queda más que reflexionar con agudeza sobre las miserias cotidianas. En fin, Coddou firma un libro divertido, incómodo y —mucho mejor— delirante.

Relacionados