Por Carlos Reyes M. Septiembre 16, 2016

La misión

La Mision_-5.jpgAmbientes que van desde una barra larga hasta una terraza interior que invita a quedarse. Una escenografía que sugiere comida y, sobre todo, bebida sofisticada. Se trata de un enclave donde lucen 421 etiquetas de vino, ordenados por “vuelos”, selecciones de tres vinos.

A diferencia de otros lugares, aquí se combinan vinos nacionales con otros provenientes de países con diversa —y dispar— tradición viñatera. Por ejemplo, la llamada Ruta del Misionero ($ 6.200) congrega un syrah peruano, un bonarda argentino y un zinfandel californiano. O los Vinos de Altura, que reúnen un torrontés argentino, un syrah boliviano y uno similar desde las alturas del valle del Elqui. Además, existen catas verticales pomposas, como la de Viñedo Chadwick ($ 710.000 por tres botellas), aparte de la amplísima lista de etiquetas en formato 750 cc. La comida es de trazo fino, internacional con un dejo francés , con una deliciosa panadería y una charcutería artesanal que atrae por su toque casero.

Nueva Costanera 3969, Vitacura. Tel. 222088908.

Zanzíbar

Refugio.jpgUn espacio estiloso, con una de las mejores terrazas de la zona oriente de Santiago y con un ideario culinario enfocado en el exotismo de cocinas foráneas. Pero a la hora de beber se ha puesto al día con la creciente pluralidad de etiquetas y estilos nacionales de hacer vino, reforzando su carta de vinos con especialidades emergentes. Cosas como Cacique Maravilla y su vino país de Yumbel ($ 16.800); Maitia, una elegantísima mezcla de carignan, cabernet franc y país ($ 20.300); la mezcla orgánica Refugio, del productor casablanquino Julio Donoso ($ 17.900), entre otras etiquetas.

A este listado se suma una propuesta de maridaje con las opciones orientales de un lugar que desde hace más de una década se alza como una alternativa de peso para comer y beber con elegancia, con el atardecer frente al Mapocho como marco de referencia.

Escrivá de Balaguer 6400, loc. 6. Tel. 222180118.

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