Por Antonio Díaz Oliva Julio 22, 2016

¿Cuántas series —o programas de televisión— consiguen superar la prueba del teléfono? Ya saben: esa prueba en que si durante una hora no se toca el teléfono, es porque lo que está en la pantalla realmente funciona.

The Night Of, la nueva miniserie de HBO, es una de las pocas: uno se sienta y todo queda suspendido hasta averiguar por qué un hijo de inmigrantes pakistaníes es acusado de un crimen que al parecer no cometió. Por qué Nasir Khan toma el taxi de su padre para ir a una fiesta en la ciudad, y en el camino conoce una chica guapa y misteriosa (ojo con Sofia Black-D’Elia), y a la mañana siguiente, luego de recuerdos de drogas y alcohol, despierta confundido y al subir las escaleras se topa con la escena de una noche que marcará su vida para siempre.

The Night Of es una delicia estética; tiene ese tono verdoso-oscuro de las películas de David Fincher, un guión de primera, obra de Richard Price (The Wire y El color del dinero de Scorsese), y Nueva York como telón de fondo, aunque acá no como el Neverland de Lena Dunham y sus amigas acomodadas, sino como una ciudad en constante conflicto racial y moral. Está dentro de lo mejor que HBO ha estrenado en los últimos años. Y no es azaroso que, así como Show Me a Hero y Olive Kitteridge, sea de corto alcance (ocho episodios). Tal vez en esta época de sobreabundancia de series de televisión, lo mejor es apostar por menos. Menos, pero mejor. Historias que nos hagan olvidar que entre el mundo real y el ficticio apenas hay una pantalla que nos separa.

“The Night Of”, por HBO.

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