Antiguas cosechas

¿Qué estaban haciendo en 1991, 1993 o 1996? ¿Aún en el colegio? ¿Recién casados? ¿Todavía no nacían? Hay una lista de botellas venidas desde ese pasado ya lejano, aún al alcance de ser probadas en Santiago. Se trata de viejas cosechas que Viña Cousiño Macul ofrece en su sala de ventas: la línea Antiguas Reservas —vaya que lo es: data de 1927—, hecha de variedades como cabernet sauvignon o merlot, que permite conocer la evolución de ese segmento de vinos fermentados y criados en los grandes fudres de raulí, dejados de usar en 1998, pero aún con varios vástagos bien conservados. Uno de ellos, 1993 ($ 20.000), aparece con una nota oxidativa, rastros de avellanas tostadas y tonos licorosos. En boca vive bien, entregando taninos suaves que denotan una madurez venerable. Gracias a estos vinos, Cousiño permite derribar un mito: el que suele decir que los vinos nacionales tienen corta vida. Prueben uno de esos y háganse una buena opinión al respecto.

Precios desde $ 14.000 (1997) hasta $ 27.000 (1991).

Renovación cervecera

Este nuevo espacio tiene varios niveles, que van desde mesas cómodas y familiares hasta un sector para ir por un schop “a la pasada” y calentar el ambiente. Aunque la barra no es mal sitio para enterarse de la esencia de KrossBar, que une a la marca de cerveza artesanal con el manejo de restaurantes liderado por Jérôme Reynes (Bocanáriz, Chipe Libre, Uncle Fletch, La Fabbrica), a estas alturas un holding culinario.

Hay cosas que llaman la atención, como tener Orejas de chancho fritas a modo de bocado de entrada ($ 4.400), o que las masas —“casi como una pizza”— posean cebada malteada, garantizando crocancia a todo evento (desde $ 5.900), aparte de crudos y sándwiches. A ese atractivo se suman todas las opciones de la casa cervecera, sumadas a otras 60 etiquetas nacionales e importadas, aparte de un barril provisto por distintos productores nacionales.

KrossBar. Dardignac 0127, Providencia. Tel. 227595434.